Por Luis Alberto Climenti y Lucas Canteros
Siempre es un momento oportuno para escuchar a Ángel Cappa. En el marco de una charla en Deportea, el exfutbolista y entrenador argentino charló con El Equipo y brindó su punto de vista sobre los medios de comunicación y el periodismo en este tiempo. Además de su trabajo en el mundo del fútbol, Cappa es reconocido por ser escritor y por tener una mirada crítica de la realidad. En su último libro “Fútbol y política. Conversaciones desde la izquierda» (que es un diálogo extenso con el sociólogo chileno Marcos Roitman), analiza la oposición entre el bien común y el negocio.
-¿Cómo ve al periodismo en la actualidad?
-El periodismo cambió muchísimo. De la misma manera en que cambió el fútbol. No solamente el periodismo deportivo. El periodismo hoy se volvió un negocio. Antiguamente, se analizaba el juego y se defendía el buen juego a pesar del resultado. Por ejemplo, al Estudiantes de La Plata de los años 30, se lo llamaba “Los Profesores” por lo bien que jugaba. Nunca salió campeón. Salió segundo, tercero y quinto. Tenía una delantera que quedó para la historia: (Miguel Ángel) Lauri, (Alejandro) Scopelli, (Alberto) Zozaya, (Manuel) Ferreira y (Enrique) Guaita.
He leído comentarios de lo que pasaba antes para entender nuestra historia porque nosotros somos la continuidad de todo eso. Los medios de la época publicaban unos elogios extraordinarios de cómo jugaba ese equipo, pero nunca salió campeón. Ahora le hubieran dicho que eran pecho frio, que eran perdedores. Ha cambiado mucho en ese sentido.
-¿Y cuál es la explicación que le encuentra a esto que pasa?
-Un amigo mío decía que si juegan River y Boca, el periodista está con una camiseta de Boca, una camiseta blanca y una camiseta de River. Cuando el partido está empatado, el periodista tiene puesta la camiseta blanca. Cuando Boca hace un gol, se saca la camiseta blanca y se pone la de Boca. Si River hace dos goles, se saca la camiseta de Boca y se pone la de River. Hace esto porque solo va a elogiar al que ganó. Siempre le encuentra algún mérito al que ganó porque es el que vende. Aunque el equipo juegue mal, el periodista sabe que si ponen que el equipo ganador jugó mal, la gente no compra el diario. Y, en alguna medida, es verdad.
-¿Cree que el periodismo perdió la mirada crítica?
-Algunos periodistas quieren ser más protagonistas que los propios futbolistas, por ejemplo. Lo que pasa es que antes el periodista escribía lo que tenía que escribir, y ahora no. El periodismo escribe para tener más clientes. Inclusive, promocionan el escándalo a través de los títulos. Porque saben que la gente ya no lee todo: se suelen leer los títulos y los subtítulos y nada más.
-¿Alguna vez le pasó que publicaron algo que no dijo?
-Me han hecho veinte mil perradas de ese estilo. Una de las más tremendas fue cuando me preguntaron sobre Marcelo Bielsa. Yo hablé todo a favor de Bielsa porque es lo que siento. Dije que era muy buen entrenador, que era un tipo derecho, todo lo que siento. Pero el diario Marca tituló: “Cappa mata a Bielsa”. Y si la gente leía todo lo que decía la nota, no tenía nada que ver. Decía lo que yo había dicho, pero la gente no lee eso. Entonces generan un ejército de idiotas que opinan a través del título. Entonces, ¿qué es lo importante? Vender diarios, programas de radio, de televisión o de lo que sea.
-Mencionó que el periodismo cambió. Usted vive en España y trabajó en medios de ese país ¿Cuál es su opinión sobre el periodismo argentino y el periodismo español?
-Insisto en que ha cambiado muchísimo el periodismo. En Argentina y en España es igual. Porque persiguen el mismo propósito que es vender. Hay un programa, que es el más famoso de España, que es El Chiringuito en el que todos gritan, hablan y se pelean entre ellos. Y lo peor de todo: es fingido. No son ciertas esas peleas, las generan para vender. Es increíble lo que hicieron con ese programa, que es uno de los más vistos. Es un programa deplorable porque dicen cualquier cosa, cuanto más contundente es la barbaridad que dicen mejor.
-Usted dijo que es una exageración que se diga que Messi es el mejor futbolista de la historia, ¿podría explicarnos esa frase?
-El periodismo joven dice que tal jugador es el mejor de la historia, pero no se detienen a revisar la historia. Yo dije que era una exageración decir que Messi es el mejor de la historia, pero ¿por qué? Porque no conocemos toda la historia. No vimos jugar a Moreno, a De la Mata, a Sívori. A lo mejor es cierto que es el mejor de la historia, pero nuestra opinión no está autorizada porque simplemente no lo vimos, simplemente por eso. Entonces publicaron: “Cappa en contra de Messi”. Pero no tiene nada que ver. Lo que dije es que tenemos que ser más rigurosos. Podemos decir que Messi es el mejor de su época, es el mejor de los últimos veinte años y sin dudas que lo es. A mí, Messi me hizo llorar de emoción en una cancha. Ahora, yo no vi jugar a Sívori, por ejemplo, por lo que no puedo afirmar que es el mejor de la historia. Muchos chicos quizá no vieron jugar a Maradona. Y no te digo nada de Cruyff, de Pelé o de Di Stéfano.
-¿Pasa lo mismo con los equipos? ¿Con la Selección Argentina, por ejemplo?
-El analista de “El Chiringuito» Jorge D’Alessandro dijo que esta Selección Argentina es la mejor de la historia. Yo lo conozco a D’Alessandro, le voy a preguntar si alguna vez vio a la Selección del 57 que ganó el Sudamericano de Lima; me va a responder que no. Entonces, ¿cómo puede decir que es la mejor Selección de la historia? A lo sumo puede decir que es la mejor que vio. Entonces ahí estamos de acuerdo. Porque son opiniones.
-¿Y cuál es su opinión sobre el periodismo político?
-El periodismo político también cambió. Si yo en Argentina leo La Nación, Clarín o Página 12, me muestran dos realidades diferentes. No sé en qué Argentina estoy porque responden a intereses económicos y políticos. Responden a intereses. Se empeñan en que no te enteres de la realidad. Se empeñan en que la gente no piense. La educación que yo recibí de pibe, y lo que recibimos desde los medios de comunicación es para no pensar. Para adaptarte a la sociedad y decir: “Y, bueno, esto es lo que hay. Que va a ser”. Es lo mismo cuando uno vota, nos obligan a votar el mal menor. Cuando una persona vota y dice que vota a tal o a cual para que no venga otro, no piensa que puede votar mejor. Nos obligan a votar el mal menor. Es lo mismo acá o en España.
-¿Cómo es eso?
-Le cambian el significado a las palabras. La presidenta de la comunidad de Madrid (Isabel Díaz Ayuso) dijo que había que elegir entre libertad o comunismo. Entonces le preguntaron qué significaba la palabra libertad y respondió que era poder ir a tomar una cervecita a donde querramos. Para ella eso era la palabra libertad. Le dicen comunismo al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que no tiene nada de socialista y mucho menos de obrero.
-Con este panorama, ¿cómo hace una persona para enterarse de la realidad?
-Cuando el periodista quiere ser objetivo, no lo es. Esto me lo contaron y me gustó. Le preguntan a una persona: “¿Está lloviendo?” y al periodista le responden que no está lloviendo, que hay un tiempo seco. Le preguntan a otra persona, y le responden que está lloviendo. Entonces el periodista publica eso y dice que puso las dos campanas. Cuando en realidad, lo que el periodista tiene que hacer es abrir la ventana y fijarse si llueve o no llueve. Eso es el periodismo.