Por Santiago De Ciancio y Lucas Pastoriza
La cronista de la TV Pública, Sofía Martínez Mateos, se encontraba realizando su habitual labor en el partido de homenaje a Juan Román Riquelme en La Bombonera cuando, al entrar al vestuario donde se estaban cambiando quienes iban a vestir la camiseta de la Selección Argentina ese día, Alfio “Coco” Basile se sorprendió y la detuvo abruptamente, protagonizando uno de los momentos más incómodos de la noche. “¿Qué hacés acá, querida? No podés estar acá. Te vas asustar. Es un vestuario de hombres esto”, le dijo el ex entrenador a la periodista, quien intentaba explicarle que tenía el visto bueno de la seguridad y la organización para ingresar allí.
Siguiendo los lineamientos éticos y deontológicos del periodismo, Sofía Martínez estaba haciendo su trabajo de informar a los televidentes cómo se encontraban los futbolistas e intentar entrevistarlos. Dentro de este contexto, ella estaba cumpliendo con lo pedido por sus superiores, quienes le habían dado el consentimiento de que nadie se estaba vistiendo y que podía entrar.
La movilera se amparó en lo que creyó lo mejor para el medio en ese momento basándose en sus convicciones, que había mencionado anteriormente donde propuso que lo más lindo de estos encuentros es estar en los vestuarios, en la previa de los partidos, cuando se saludan los protagonistas que se vuelven a encontrar en una cancha luego de mucho tiempo.
Además, luego de ser advertida por Basile apenas ingresó al lugar desconfió de las palabras del ex entrenador ya que había asegurado que los protagonistas estaban cambiándose y se vió, claramente, que no era así. Ella se mantuvo siempre al margen para no violar la intimidad de ninguno de los jugadores. De esta forma, es evidente que todo pasaba por una mera convicción machista de que el vestuario de hombres es solo para que estén hombres y no mujeres. Entonces, en ese momento es cuando la cronista opta por ampararse en la cláusula de conciencia, protegiendo su libertad de expresión, debido a que en ningún momento vulneró la intimidad de los futbolistas en el vestuario.
Aquí se marca una gran diferencia con su colega, y compañero de trabajo, Miguel Ángel “Tití” Fernández, quien tuvo asignado el vestuario de Boca y no tuvo ningún inconveniente para realizar su tarea. En cambio, luego del incómodo momento, Martínez solo pudo conversar con algunos de los protagonistas como Pablo Aimar, Diego Placente, Javier Saviola y Fernando Gago a quienes también se los notaba un tanto incómodos luego de la situación. Por otro parte, otros como Lionel Messi o Ángel Di María prefirieron evitar la cámara y escaparon antes de que la notera los entrevistara.
Ante una situación de tal magnitud de tensión, la cronista decidió continuar con su trabajo asignado y su rol de informar lo que sucedía allí en el vestuario, en vez de confrontar con quien le planteó una limitación a su labor o escapar de esa situación imposibilitada de terminar con su labor periodística.
El inconveniente hallado en esta situación vivida por la periodista es la descalificación sufrida por parte de Basile, ya que su labor seguía un lineamiento aprobado por la organización y que tenía un fin periodístico. Lo sucedido se encuentra en un límite entre la descalificación y la censura. Pero sí, lo que se puso en jaque fue la libertad de expresión de la periodista.
Luego de lo sucedido, la opinión pública se dividió entre dos fuerzas: las que apoyaron la actitud de Alfio Basile y quienes se manifestaron en favor de la cronista. Dentro de los que amparaban la posición de Basile, se encontró Paulo Vilouta. El periodista expresó que a los futbolistas les molesta que alguien ajeno ingrese al vestuario, como por ejemplo Miguel Tití Fernandez. También de este mismo lado, se encuentran otros que manifiestan que al ser mujer no debería haber ingresado a un vestuario de hombres, algo que resulta fuera de lugar, ya que ella está cumpliendo su trabajo y ya había recibido el visto bueno para hacerlo. Y, por su lado, se encuentran quienes defendieron a la notera y no les gustó para nada la actitud del Coco, como la ex leona Sofia Maccari, quien mencionó que el trato de Basile fue desubicado y despectivo.
En resumidas partes, la cronista de TV Pública se encontró con un dilema ético que le propuso decidir entre continuar haciendo su labor, que era lo correcto ya que no infringía ninguna de las normas impuestas por la organización, o aceptar la censura y retirarse del lugar.
Todos estos inconvenientes se podrían haber evitado si hubiese existido un aviso por parte del club y quienes se encargaban del protocolo hacia Basile, quien no estaba al tanto de que una periodista iba a ingresar al vestuario a charlar con los invitados luego de que se terminaran de cambiar.
Fuentes
Becerra, H.: Apuntes de ética.
https://www.infobae.com/deportes/2023/06/26/el-descargo-de-la-periodista-sofi-martinez-tras-su-cruce-con-coco-basile-que-marco-el-momento-mas-incomodo-en-la-despedida-de-riquelme/
https://www.a24.com/primiciasya/la-firme-aclaracion-sofia-martinez-luego-del-tenso-momento-el-coco-basile-el-vestuario-n1123484
https://www.mdzol.com/deportes/2023/6/27/la-dura-critica-de-una-ex-leona-al-coco-basile-por-su-episodio-con-sofi-martinez-muy-desubicado-el-348713.html
https://www.a24.com/primiciasya/paulo-vilouta-fulmino-sofia-martinez-meterse-el-vestuario-la-despedida-juan-roman-riquelme-n1123549