Por Lucas Pacheco
Daniel Seltzer es jugador del seleccionado argentino de lacrosse desde hace varios años. Además, es el encargado de relaciones internacionales de su asociación y se desempeña como colaborador en la producción de contenidos en redes. Fue también mánager del equipo femenino.
El lacrosse, como deporte, consiguió ser reconocido por el Comité Olímpico Internacional en los últimos años y fue recomendado para integrarse a los Juegos Olímpicos. Ahora, tras haber estado en los World Games en diferentes ocasiones, esperan la tercera aprobación para poder ser agregados a los JJOO de 2028. Es una actividad generada por los pobladores originarios de algunas zonas de América del Norte. Los primeros partidos oficiales del lacrosse, en la versión que se encamina al modo de jugar en la actualidad, datan de 1867.
El deporte creó una modalidad de 6 contra 6 («sixes») para atrapar a más gente con un modelo más dinámico y, teniendo en cuenta el éxito del 3v3 de básquet, el 7v7 en rugby y el beach handball. Además, es más fácil de practicar: con 12 jugadores ya se puede armar un equipo mientras que para un partido clásico de lacrosse se suelen necesitar 23 jugadores. Esa es la modalidad que se usaría en los JJOO.
-¿Cómo se da a conocer la asociación de un deporte de menor alcance?
Cuando nos hacen una nota, o cuando hablamos con alguien por primera vez de lacrosse y sabemos que no conoce, les relaciono el deporte con la película «American Pie», que fue muy popular en su momento, y que tiene la particularidad de que uno de los protagonistas practica lacrosse. Eso más que nada a gente de nuestra época, porque nuestro problema es que los jóvenes de hoy no conocen aquella película, y debemos buscar otras menos populares para compararlo. Nadie nunca nos ha dicho que nos conoce por haber visto partidos nuestros en algún programa hegemónico de televisión. Es difícil llegar al público nuevo, nadie tiene la más pálida idea de qué es el lacrosse y eso complica las posibilidades de incorporar nueva audiencia o jugadores.
-¿Existe una estrategia colectiva de quienes juegan al lacrosse para generar difusión del deporte?
Al no salir en ningún medio, nos proponemos atraer de formas alternativas: nos entrenamos en lugares abiertos y con el palo bien a la vista para que la gente se acerque a preguntar qué estamos haciendo. Nos ha ido mejor así publicitariamente. También nos pasa que nos confunden con otros deportes como el quidditch, por no habernos visto nunca en medios masivos.
-¿Cómo se enteran ustedes -quienes juegan o quienes participan de ciclos directivos- de la actividad de su deporte?
En cuanto al lacrosse nacional, lo hacemos a través de mensajería privada o navegando en las redes de los clubes que postean su actualidad. Para enterarse de las novedades del lacrosse internacional, desde Argentina uno debe acceder a las páginas estadounidenses que tratan sobre este deporte o lo incluyen en su agenda. O, en todo caso, seguir determinadas cuentas de twitter extranjeras. También en algunos medios financieros internacionales, dado a que el lacrosse tiene mucho que ver con algunas inversiones en Estados Unidos.
-¿Y en las cuentas suyas?
-En las cuentas oficiales de la Asociación Argentina de Lacrosse subimos algunas cosas para el público argentino. Lo hacemos entre varios miembros de la comunidad y, desde hace poco, con algunos periodistas que practican nuestro deporte y nos ayudan a difundirnos.
A veces adoptamos noticias internacionales y las traducimos al español, dado a que aquellas páginas están sólo en inglés y en nuestras páginas tenemos audiencia argentina que no comprende aquel idioma. También traducimos reglamentos, ya que en las redes oficiales de World Lacrosse (la federación) no se habla más que en inglés. Es muy difícil la comunicación cuando está todo en idioma extranjero. Hubo en su momento un grupo de trabajo que se dedicó plenamente a traducir un reglamento femenino de este deporte, con gente de distintos países latinoamericanos.
-¿Qué ocurrió con el lacrosse en la Argentina cuando aparecieron notas que refirieran al deporte? ¿Cambió algo?
Hemos tenido varias apariciones en televisión. Una de las primeras fue con Hernán Castillo, de Canal Metro, en 2012. En ellas tuvimos buena aceptación y nos dieron buena repercusión: se sumó mucha gente a jugar el deporte. Después salimos en algunos otros, que nos ayudaron a difundirnos y a aumentar nuestra audiencia mediática. Siempre nos ayudó un montón el tener notas sobre lacrosse, ya que nos dan una llegada que por nuestra cuenta nunca podríamos tener.
-¿Han sentido apoyo por parte de los nuevos medios de la Confederación Argentina de Deportes? ¿De qué forma?
La Confederación Argentina de Deportes nos ha dado alguna participación en este último tiempo, con espacios en sus programas radiales o de YouTube o, también, permitiéndonos estar en otros programas suyos, en los que nos dejaron explicar nuestro deporte y contar cómo fue nuestro camino en el país.
-¿Qué lugar ocupa el lacrosse en el plano de la comunicación, en el mundo?
El lacrosse creció mediáticamente estos últimos cinco años en Estados Unidos, con plazas en la National League compradas por multimillonarios conocidos en el deporte norteamericano como el empresario Joseph Tsai y el ex basquetbolista Steve Nash. Además, ex jugadores de fútbol americano como Chris Hogan se han unido a jugar a equipos de lacrosse, incrementando así la audiencia masivamente.
-¿Cuáles son los objetivos, a nivel comunicacional, de la Asociación Argentina de Lacrosse?
Queremos hacer notar que el lacrosse también está en Sudamérica, que no es sólo Estados Unidos y algunos países de Europa y de Asia. Además, queremos hacernos ver en nuestro país. Acá cuesta mucho difundir el deporte porque la gente no conoce. Les hablás de lacrosse y ni te preguntan qué es, no les genera interés por no conocer.