Dos años de ética, pasión, trabajo y escritura

Por Héctor O. Becerra (*)

Se cumplen dos años de la aparición de una sección dedicada a la ética periodística en El Equipo, El Newsletter de Deportea, una publicación que en el mundo del deporte hace un rato que se puso los largos, una publicación que a fines de mayo de 2019 avisaba -a través de su editor Ariel Scher- que iba a tratar de reflexionar sobre el deporte. Resulta imprescindible esta mención porque nuestro proyecto sobre ética periodística también se asentaba en la reflexión, en este caso sobre la práctica periodística.

Muchos años de aprendizaje, enojos y satisfacciones nos permitieron abrir un espacio de reflexión sobre la comunicación, los medios, los periodistas y -fundamentalmente- la gente. Quedan como testimonio estas 24 notas escritas por casi 70 autores que pusieron la lupa sobre la cobertura periodística que se realizó de los más diversos temas: la tragedia de puente Avellaneda, la agonía del líder radical Balbín, el fallido atentado a CFK, la llegada de las redes sociales, el reclamo de De Negri para que la olvidemos, el coronavirus, el heroísmo de Cabezas, la violencia sexual contra Thelma Fardín, la censura a Lineker, los juegos Paralímpicos…

Los temas son diversos, conflictivos, picantes; pero, siempre centrados en la idea de que su cobertura periodística exige un marco regulatorio entre el medio, el periodista y el público que le de rigor y cientificidad a nuestra práctica. Lo destacable es que el ejercicio de reflexión sobre el ejercicio periodístico se haya metamorfoseado en otra práctica que es la escritura porque si hay algo que ha hecho del periodista un sobreviviente es su capacidad de contar historias, así como de niños necesitamos que nos contaran cuentos hoy de grandes necesitamos que nos relaten las noticias. Muchas veces nos olvidamos la credibilidad que la sociedad le ha otorgado al periodista para poder narrar en modo indicativo noticias que pueden llegar a no ser verdaderas.

Estas 24 notas a las que hago referencia nos relatan no sólo información sino y fundamentalmente la forma en que se llevó a cabo la información. Esa reflexión sobre el periodismo que se motoriza con la autocrítica y la autorregulación le permiten al periodista no ser simplemente un portavoz de lo que el medio editorializa y el público demanda, le permite la independencia profesional; al medio le permite contar con un profesional que logra la llegada de la información a la gente a través del relato y al público le permite tener la credibilidad de alguien que recupere la desprestigiada noción de verdad.

(*)profesor de Ética y Deontología Profesional