Por Tomás Ganem y Gianni Taina
Jorge Rinaldi conmovía tribunas desde el corazón del césped. Lo hizo con camisetas llenas de celebridad: San Lorenzo, Boca, River, la Selección Argentina. Fue un destacadísimo delantero que nunca se privó de involucrarse en la defensa del juego y en el señalamiento de las cosas que no le gustaban. Destino quizás natural, después de brillar en las cancha, viró hacia los medios de comunicación (ahora trabaja en TNT). Y ahí también reluce. De ese eje conversó con El Equipo.
– ¿Cómo te insertaste en los medios de comunicación?
– Cuando dejé de jugar, tuve una oferta de Mariano Hamilton, quien era el jefe de Deportes de Clarín, para escribir columnas en el diario y ahí empecé. Después de seis años, lo dejé porque me apareció la oportunidad de ser coordinador en San Lorenzo y pensé que podía cambiar algunas cosas que no me gustan del fútbol, pero si no hubiera seguido en el diario.
– ¿Tuviste facilidad en los medios desde el primer momento?
– Sí, tuve facilidad porque me ayudó mucha gente que trabajó conmigo, sobre todo los chicos. No me fue difícil porque tuvimos feeling de entrada y ellos también querían mi forma de ver el fútbol.
– ¿Por qué decidiste seguir el camino de la comunicación?
– Siempre me gustó opinar y escribía para mí, por eso surgió la idea de Mariano (Hamilton). Él sabía que yo tenía ese hobbie y me dio la oportunidad de seguir manteniendo una voz dentro de este mundo. Al fin y al cabo, quienes fuimos jugadores opinamos de una cosa que hicimos, prácticamente, toda nuestra vida.
– ¿Qué diferencias notás en los medios de comunicación actuales con respecto a los medios de cuando vos eras jugador?
– La principal diferencia es la cantidad que hay. Antes eran menos medios, por eso individualizabas más al periodista y hoy, al ser masivos, se vuelve muy dificultoso. Además, a esto le tenés que sumar las redes sociales digitales y que tienen que tener más cuidado con las cosas que se dicen porque rebotan en todos lados. La globalización llevó a que vos decís una cosa y a los cinco minutos puede aparecer en Taiwán, cosa que antes no sucedía.
– ¿Qué crítica tenés hacia los medios de comunicación?
– Mis críticas son como consumidor de medios: no me gusta la parcialidad ni la tendencia. Yo trabajo con convicción. Por más que le tenga bronca a un jugador, si jugó bien, lo diré. O puedo criticar a alguien que es mi amigo y si se enoja, se enoja. Pero creo que siempre parto desde la base del respeto, que es lo que se está perdiendo. El famoso “todo vale” no sirve para nada, menos para el fútbol.
– ¿Cómo te sentís trabajando en los medios de comunicación?
– La verdad es que he trabajado en diferentes medios y nunca tuve problemas. Siempre tuve una buena convivencia, me metieron dentro del círculo y respetan que yo tenga una óptica diferente. Nunca me creí periodista, aunque me encante estar en el medio, porque lo único que hice fue aceptar el espacio y contar cosas que viví toda mi vida.
– ¿Qué es lo que más te gusta de ser un comunicador?
-Lo que más me gusta es tener opinión, ser parte de algo y dar una óptica de lo que está sucediendo. Creo que es algo parecido a lo que está sucediendo en las redes sociales, donde la gente siente que es parte de algo, brindando una opinión. Yo siempre tengo la idea de que algo se puede cambiar. Eso es lo que me lleva a estar en los medios, el hecho de siempre haber tenido libertad para decir lo que quisiera.