Por Fernanda Alonso.
Apodado en el espacio del fútbol como “El Doctor” por su profesión de médico, el además periodista, docente (egresado y profesor en Deportea) y ex futbolista Juan Manuel Herbella da su mirada sobre la difícil situación que se está viviendo a nivel mundial a causa de la pandemia de Covid-19, más conocida como coronavirus, y que llegó a la Argentina a principios de marzo. Estas últimas semanas, el gobierno tomó una serie de medidas- entre ellas, la más notoria es el decreto de una cuarentena obligatoria, que por el momento finalizará el 13 de abril- para tratar de controlar la curva de contagio, y evitar así la mayor cantidad de muertes posibles. La gran pregunta es si todo este esfuerzo, tanto por parte del Estado como de la población argentina, valdrá la pena y dará resultados favorables de cara al futuro. Eso y más explica en esta entrevista con El Equipo.
-El presidente Alberto Fernández decidió actuar rápido en comparación a otros países en los que la situación es mucho más crítica. ¿Cuál es tu opinión acerca de las medidas que está tomando el Gobierno Nacional en relación al coronavirus?
–Con respecto a los tiempos y las decisiones creo que en Latinoamérica la realidad es distinta entre Argentina, Brasil y Chile. Los tres países viven realidades en algunos aspectos similares, en otros distintos, pero que tomaron decisiones diferentes. El tiempo dirá cuál fue la mejor. Por el momento, es muy difícil hacer un balance. Lo que no cabe duda es que en la Argentina hubo un lineamiento claro para priorizar a la salud, intentar evitar que haya demasiados contagios de coronavirus que traigan aparejados muchos fallecimientos y, por ahí, lo que se dejó de lado al momento de priorizar es el funcionamiento normal de la vida diaria: se optó por una cuarentena drástica, muy similar a la que ocurre actualmente en países de Europa, con otra realidad y en un tiempo mucho más precoz. Dentro de cuatro meses tendremos nociones más claras. Yo creo que a medida que pase el tiempo se va a ver la diferencia entre las curvas de Chile y Brasil con las de Argentina, pero, bueno, eso es una hipótesis. Nadie sabe en estas cosas quién está obrando bien y quién mal, pero lo que no cabe duda es hacia dónde inclinás la balanza. Argentina la inclinó hacia evitar el contagio por Coronavirus mientras que Chile y Brasil la inclinaron a tratar de mantener el funcionamiento habitual del país.
-Una de las medidas que generó polémica fue que los partidos de fútbol debían continuar, pero sin público ¿Te pareció correcta la posición de los futbolistas de no querer jugar?
-El del fútbol es un tema muy particular. Por un lado, el Estado Nacional lo consideraba– y lo ha anunciado públicamente en una de sus conferencias el presidente Alberto Fernández- como un entretenimiento que sería bueno que continúe para que la gente pueda disfrutarlo, a puertas cerradas, pero viéndolos por la televisión. Eso no se dio por una decisión de los protagonistas que, pensando, viendo y teniendo mucho contacto con lo que pasa en Europa, priorizaron parar la actividad. El problema va a ser que las consecuencias a futuro de este parate serán muy drásticas. El tiempo dirá como se reacomoda todo, pero yo creo que va a ser difícil que la actual Copa de la Superliga se termine. Pero aún no sabemos: esto es día a día, cambio a cambio y todo depende de cómo evolucione el número de casos.
-En la Argentina, mientras cursamos una epidemia de sarampión, cuando hacía años que no teníamos casos autóctonos, y hay circulación viral de dengue en trece jurisdicciones con casi 700 casos confirmados y varias muertes, las noticias se enfocan mayormente en el covid-19. ¿Por qué crees que sucede esto?
-El hecho de que pensemos más en el coronavirus que en el sarampión y el dengue se da porque uno es una epidemia y el otro es algo que, por distintos motivos, nos hemos acostumbrado a cada año que pasa tener mayor cantidad de casos. El dengue en la Argentina siempre es estacional, ya que se da en mayor medida durante el verano, por lo que en el invierno debido al clima frío ya no hay casi transmisión porque hay muy pocos mosquitos, entonces en ese contexto nos habituamos a que sea una enfermedad estacional. Pero, a diferencia de eso, Argentina es uno de los países de Latinoamérica con más vínculo con Europa y ve los estragos que está causando el coronavirus tanto en Italia como en España. Por eso es que, ante el contacto, el tener mucha gente conocida viviendo en esos países, estamos mucho más proclives a prestarle atención a este nuevo virus.
-¿Cómo ves el comportamiento de los medios frente a esta situación?
-Hay de todo, como en cualquier momento. En este caso no todos se comportan igual, hay gente que da cuenta de lo que pasa con fundamentos científicos y hay otros que sólo tratan de buscar rating
– ¿Pensás que hay pánico injustificado?
– No creo que haya pánico injustificado. Pienso que hay medidas de prevención realizadas y una concientización por parte del Estado como efector de salud muy intensa y muy precoz para tratar de evitar que ocurran casos y llegar a una situación de desborde.
– «Nuestro planeta es víctima de un nuevo fenómeno sociológico, el acoso científico-mediático» es una frase que dijo el virólogo Pablo Goldschmidt ¿Qué opinas sobre esa idea?
-Hay muchos artículos que lo nombran de distintas maneras. Otros lo han llamado epidemias mediatizadas, por ejemplo. En este caso lo que intentó hacer el virólogo es patentar un nombre propio, pero no es un análisis novedoso. Se da desde hace un tiempo largo y fue creciendo. La gripe A, en su momento, ya mostró una cierta predisposición a vivir esta situación de infodemia, es decir, exceso de información sobre una epidemia, y que esta crisis por el covid-19 la exacerbó a niveles nunca antes visto. No es algo novedoso, es algo que existe y en parte va correlacionado a que nosotros estamos pensando en el coronavirus y afectados por él en un estadío muy precoz en relación a la realidad que vive el país, pero producto de que tenemos estrecho contacto con los países europeos que hoy están muy afectados.
-¿Crees que la disposición de realizar una cuarentena obligatoria ayudará a evitar el colapso del sistema sanitario?
-Nosotros no somos Europa. Tenemos una realidad absolutamente distinta y el coronavirus, de forma descontrolada, afectando a la población más vulnerable de las áreas periféricas de los grandes centros urbanos, podría generar un descalabro muy importante. Yo creo que, por eso, teniendo en cuenta esa situación, el Estado tomó las decisiones que tomó.
-¿De qué trata Abu Movete, la campaña solidaria en la cual estás participando?
– Abu Movete apunta a la tercera edad, la población más vulnerable que es la que ante esta epidemia por momentos queda sola en su casa, sin contacto con el exterior y necesita moverse, ya que la actividad física es un factor predisponente para mejorar el sistema inmunológico. Esta es una campaña en la cual nietas, nietos, abuelas y abuelos realizan actividad física juntos a través de las redes sociales.