Por Juan Segundo Giles y Pedro Basla
Ganador de la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, Julián Azaad ve más allá del deporte y muestra interés por los medios de comunicación a tal punto que, además de su tarea en el seleccionado argentino de beach vóley, tiene un canal de YouTube y Twitch.
El entrerriano, de 31 años, representante olímpico argentino, dialogó con El Equipo y repasó el presente de los medios de comunicación tradicionales y la importancia actual de las redes sociales e internet.
-¿Cómo ves a los medios de comunicación actualmente?
-Como todos, en cierto punto, están en un período de transición entre lo que sería la televisión e internet. Es por esto que va cayendo mejor parado el que mayores herramientas tiene y, a su vez, más sabe utilizarlas. Hoy no hay que desestimar ninguna rama del periodismo, porque el abanico de posibilidades se abrió y ya no está compuesto por un núcleo cerrado de medios.
-¿Cuáles son los aspectos positivos que notás?
-Sin duda, actualmente hay muchos medios que se dedican a hacer contenidos más abarcativos con respecto a los medios tradicionales. Antes dependíamos de aparecer dos minutos en TyC Sports para hacernos conocidos, o que ESPN cerrara algún contrato con la Federación para que un deporte sea transmitido. En cambio, hoy la gente se puede informar a través de distintos sitios web acerca de cada deporte y sus deportistas.
-¿Y lo negativo?
-Bueno, ese mismo exceso de medios de comunicación genera monotonía; hay pocos, o quizás uno no lo ve, que hagan contenidos originales o distintivos. Sí hay medios que tratan de sobresalir, pero la mayor cantidad de periodistas que entrevistan mantienen cierta línea unos con otros, hacen falta más medios disruptivos en los que se vea alguna visión empresarial para invertir y hacer cosas copadas. En mi caso, por ejemplo, lo noté mucho en las entrevistas previas a Tokio 2020. De 20 que me hicieron, en 17 tocaban los mismos temas, eso estaría bueno que cambiara. Buscar que cada deportista se encuentre con algo nuevo en cada entrevista. Y en cuanto a los medios tradicionales, hay una sobreexplotación del fútbol, que provoca la repetición de los mismos temas a través de los distintos programas.
-Entonces, ¿por qué creés que siguen teniendo rating los medios tradicionales?
-Es una cuestión de costumbres, la gente se acostumbró a informarse desde la televisión y entienden que esa es la única forma porque “la tele no miente”, y no creo que cambie, al menos en las personas mayores. Da la sensación de que no tienen ganas de cambiar nada porque ya están habituados, y lo digo porque pasa en mi propia casa con mis viejos. Mi papá se indigna con los periodistas deportivos y cuando yo le sugiero que no los mire más, él me dice que es lo único que tiene para ver. Además, hay una cuestión económica. Si bien la televisión, a mi entender, perdió muchísima fuerza en el último tiempo, quienes manejan los medios tienen una extensa trayectoria y poseen herramientas económicas y publicitarias para seguir dándole alternativas a los consumidores. Ellos mejor que nadie entienden el público que los consume, por eso es complicado competirles.
-¿Los medios digitales le están quitando poder a los medios tradicionales?
-Sí, un número considerable de los jóvenes de hoy absorbemos información a través de un celular o consumiendo YouTube o Twitch. Casi ni prendemos el televisor o lo hacemos por situaciones puntuales. Un claro reflejo de esta situación es que los propios medios tradicionales se están yendo para el lado de Twitch o distintas plataformas de streaming porque saben que es el futuro. Y esta tendencia va a ser más pronunciada cuando los jóvenes de ahora sean adultos.
-¿Cómo ves al periodismo con respecto a la igualdad de género o la inclusión?
-Me da la sensación de que son paredes que se van rompiendo y lo que rompen esas paredes son cabezas. Hay paredes que le cuestan la cabeza a un periodista, pero eso hace que los otros vuelvan para atrás y se den cuenta de que ese no es el camino. La presión social que hay sobre las cuestiones de género o de la inclusión, en las cuales hemos evolucionado en los últimos años, obligan a los medios a informar de manera más responsable y clara. Y no solo pasa en el ámbito del deporte, sino a nivel social. Gustavo Cordera en su momento fue una de las primeras personas a la que “mataron” por su declaración (“mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo”). Hoy se sabe que con esos temas ya no se jode, y está perfecto que así sea. En cierto punto le pasó lo mismo a Gonzalo Bonadeo, que le trajeron a la luz un video de hace varios años (por sus declaraciones sobre el deporte paralímpico en 2016) y entendió que había cometido un error y se retractó. Los medios han evolucionado mucho, y todavía hay un largo camino que se va midiendo según la presión o los ojos que tienen encima los periodistas.
-¿Cómo es la cobertura que los canales le dan a los deportes después de los Juegos Olímpicos?
-Es casi nula, el seguimiento después de unos Juegos baja muchísimo. Es una realidad que nosotros sabemos que es así y ya la entendemos, sabemos que nuestros momentos son los Juegos Olímpicos o los Juegos Panamericanos y que después es responsabilidad de cada uno hacerse conocido o difundir su deporte mediante el trabajo que realiza en redes sociales. Además, cuando uno va creciendo a nivel selección y vas entendiendo cómo funciona el entorno, entendés que tampoco es responsabilidad plena de los canales, ya que al fin y al cabo ellos negocian con las federaciones para televisar un evento. Justas o no, son las reglas del juego. Por eso, mucha gente se entera que existe un deporte durante los Juegos Olímpicos y después por cuatro años no va a tener información.
-¿Los deportistas están preparados para tratar con los medios?
-La preparación la hace cada uno. A diferencia de los futbolistas, por ejemplo, nosotros vamos ascendiendo de a pequeños escalones y eso nos sirve de preparación. En la época de los Juegos Olímpicos es cuando más te explota el Instagram y cualquier cosa que decís puede salir publicada en Twitter, pero previo a eso cada deportista fue teniendo diferentes notas en sus respectivos pueblos o con medios de menor alcance. Personalmente, con mi psicólogo deportivo trato el tema redes sociales, un poco por responsabilidad y otro por interés personal. Y también depende del entorno. Sin ir más lejos, nuestro preparador físico nos mencionó previo a nuestra medalla en los Juegos Panamericanos de Lima que, si lo lográbamos, íbamos a tener mucha más exposición y que deberíamos tener los pies sobre la tierra.
-¿Cuán importante es la difusión del deporte?
-Es vital para nuestras carreras deportivas. Si bien seguramente una cierta cantidad de deportistas tenemos una cuota de ego y queremos reconocimiento, al menos mi interés en la difusión siempre tuvo que ver con la parte de mejorar el deporte, porque una actividad que está bien difundida genera que más chicos quieran practicarla. Y desde el lado personal, la visualización genera que lleguemos a varios sponsors que nos brinden apoyo económico para desarrollarnos en nuestras carreras. Evidentemente es más fácil conseguir sponsors para (Facundo) Campazzo porque la NBA se transmite en todo el mundo que para mí, ya que nuestro circuito nacional no es televisado.
-¿Por ese motivo creaste Juli Azaad Beach Volley, tu propio canal de YouTube?
-La idea era bajar información de beach vóley a internet porque había muy poca. Mi pensamiento era que si había un chico con ganas de empezar, que tuviera un lugar para probar si ese era su deporte. Y a su vez aprovecharlo para un beneficio propio y poder mostrarme. Además de deportista, soy profesor de educación física y los videos de alguna manera te van generando cierto currículum.
-¿Cuál es la repercusión? ¿Estás conforme?
-La repercusión es buena, sobre todo en aquellos países donde el beach vóley es popular. Sin embargo, obviamente no estoy conforme conmigo mismo. Me gustaría poder brindarle mucho más tiempo y subir contenido todas las semanas, pero por mi rol en la selección se me hace imposible. Por otro lado, para obtener ganancia hace falta mucho tiempo y trabajo, y ese tiempo no lo tengo. Estoy en ese lapso en el que no le puedo dedicar muchas horas porque no me genera plata, pero sé que trabajándolo quizás podría conseguir alguna ganancia.
-La difusión de un deporte, ¿depende de los resultados o de los beneficios económicos que puede obtener un canal?
-Depende de varios factores. Los resultados son muy importantes porque cuantas más victorias conseguís, más altas son las posibilidades de que se difunda, pero también dependés que la política deportiva argentina vea en vos una proyección y que tu propia federación defienda tu proyecto. También entra en juego el área de marketing a la hora de vender a un deportista como un producto. Siempre me llamó la atención que Las Leonas, con todo el respeto que se merecen, hayan hecho más ruido que Los Leones cuando estos últimos ganaron una medalla dorada en Río 2016. Eso tiene que ver con lo referente que es Luciana Aymar y lo que inspiró en otras personas. Vos podés tener muchísimos resultados, pero si no inspirás nada, difícilmente la gente quiera ver tus partidos.
-¿Qué se debería mejorar en los medios de comunicación?
-Lo que debería cambiar no está exento de cuestiones sociales: manejarse bajo una línea de respeto y moralidad que es lo que va a generar que las cosas marchen bien. Pero no solo en el periodismo, me refiero a nivel social. A veces tenemos el problema de que nos olvidamos de la responsabilidad que acarrea cada uno. Todo va a mejorar, el periodismo incluido, en la medida en que todos seamos respetuosos y entendamos cómo vivir en sociedad.