Las claves de Ariel Senosiain

El periodista Ariel Senosiain fue entrevistado por Juan José Panno y Adrián De Benedictis en la serie Los Secretos del Periodismo Deportivo, que lleva adelante Deportea y que editan León Botto y Ricardo Von Moss. Aquí, la primera parte de esa charla y el enlace a la entrevista completa.

-¿Cómo eras de pibe?, ¿cómo era tu relación con el fútbol, con el deporte y con el periodismo?
-Totalmente hermanado, totalmente atravesado. Lejos de ser un futbolista frustrado, yo si hubiese sido futbolista habría sido un periodista deportivo frustrado. Y digo deportivo, pero esto lo hablé varias veces con el querido Alejandro Fabbri, que dice que somos periodistas, no somos periodistas deportivos. Y es cierto porque si no existiese el deporte, yo sería igualmente periodista. Pero es cierto también que siempre me imaginé, más allá de haber tenido una experiencia de interés general, como periodista deportivo y debo reconocerlo, también más ligado al fútbol.

-¿Sos de los que aprendieron a leer con El Grafico?
-Si, yo aprendí a leer con El Gráfico. Para mí era esperar El Gráfico y también Solo Fútbol. Era verdaderamente todo un atractivo. Me gustaban las dos cosas. Me gustaba lo que eran el número y la estadística y la noticia en Solo Fútbol, pero me gustaba también la prosa de El Gráfico y, más adelante, me empezaron a aenganchar muchísimo las tiras radiales, las tiras de las de las 19, que ese era el típico horario del fútbol en la radio AM. Tengo fotos mías de hacer revistas cuando tenía diez, doce años. Iba a la casa de mis abuelos, que tenía una casa grande, y ellos tenían el famoso escritorio, que no era el escritorio en sí, sino que así se le decía al ambiente, al cuartito, y yo me quedaba ahí escribiendo a máquina. A mis amigos contemporáneos les parecía una cosa absurda que yo escribiera crónicas de partidos. Y, claro, una Olivetti grande, enorme, donde no había que fallar porque si fallabas perdías la hoja, claro, y bueno. Y escribía y creo que hasta incluso ensayaba, escribía algún libro, alguna cosa absurda, porque ¿cuántos páginas podía escribír a los 13 años? Pero siempre quise, siempre lo tuve como un gran deseo.

-.Cómo descubre el deseo un joven estudiante de periodismo de hoy?
-Deben preguntarse si tienen la carrera como algo vocacional, ¿no? Que a partir de la vocación es donde se descuenta la pasión. Y la pasión lleva la constancia porque yo no sé cómo será en otros rubros, supongo que será parecido, pero hablo del que sé. Somos muchos más los que queremos estar en los lugares que los lugares, que están disponibles y la pasión y la constancia llevan a esperar esos momentos de puesta en las condiciones, de aprovechar esas primeras oportunidades.

-Se requiere paciencia.
-Claro, claro, sí, sí. Y no quedarse. No resignarse. Salir un poco de la idea esa de que solo se puede por contactos. Cuando yo estudié estaba eso. Creo que ahora se disipa un poco. Pero en esa época había una idea muy generalizada de que el que no tiene contactos no llega, no labura y después no me pasó de trabajar con muchas personas que llegaron por los contactos.

El resto de la entrevista sigue acá