Mariana Redi comenzó a forjar su camino en el básquetbol adaptado en 2017. Luego de probar varios deportes, conoció el aro. Desde allí, no dejó de picar la pelota naranja y su camino con la selección comenzó su rumbo: Mundial de Hamburgo 2018, Parapanamericanos Lima 2019. Tuvo el valor de denunciar la quita de la beca por parte del Enard, las malas condiciones en las que sus compañeras y ella se concentraban y el tremendo ajuste económico a su deporte, lo cual dificultaba seguir entrenándose.
No es amante de la televisión, pero sigue a los medios de comunicación que cubren los deportes adaptados en sus redes sociales. Destaca que Paradeportes es el medio que más comprometido está en cuanto a la difusión y la información. Su convicción es simple y muy clara: “En la tele, no ponen lo que creen que no garpa y terminan decidiendo qué es lo que nos gusta y qué no”.
-¿Cuál es el rol de los medios en el deporte adaptado?
-Creo que los medios de comunicación cumplen un rol muy importante, sobre todo a la hora de hablar sobre deportes adaptados, ya que no hay mucha difusión ni información. Es una gran ayuda que los periodistas difundan el deporte adaptado, que hagan notas, videos, lo que sea. Paradeportes es el medio que más nos da bola, son dos señores que nos dan más atención que cualquiera y los que más están con el tema de la difusión. Gracias a los periodistas se difunde el deporte y debido a eso se pueden conseguir cosas como sponsors, algún lugar para concentrar con las chicas y los chicos. Si seguimos estando en la oscuridad sin que nadie nos conozca, difícilmente se logren cosas, por eso es tan importante el rol de los periodistas. Siempre se copan, pero más que nada es una vez que nos ven, porque no saben que existimos, está complicado. Siempre estuvieron abiertos a toda la ayuda que nosotros necesitáramos en cuanto a difusión o notas para hacer crecer al deporte.
-¿Qué ausencia periodística es la más evidente con la que se topan?
-Nos faltaría una mano de parte de la televisión, que es algo más masivo y que la gente quizá consume un poco más, aparte que también es algo que ves directamente. Eso es algo más grande, pero creo que estaría bueno que le den la oportunidad a la gente de que puedan ver el deporte adaptado en la tele porque ni siquiera dejan ver si les gustaría o no verlo. Las radios y los diarios se suman siempre.
-¿Y cómo interpretás esa ausencia?
-Creo que todos son negocios y lo que ellos creen que no ponen lo que no garpa. En realidad, los que manejan la televisión son los que terminan decidiendo qué es lo nos gusta y qué no. Porque si ellos solamente te ponen fútbol, obvio que te va a gustar porque no te están mostrando otra cosa, así que depende mucho de ellos que la gente se entere y les pueda llegar o no a gustar el deporte adaptado.
-¿Vos qué mirás?
-Tele no miro casi nada. Solo básquet, a veces. Le dan bola hasta ahí nomás al deporte convencional pero al adaptado nada. Se vio reflejado en los Juegos Parapanamericanos que mi familia y mis amigos me contaban que pasaban pocas cosas por la tele, no así como con los Panamericanos. Ellos son los intermediarios entre la gente y los deportistas. Te condicionan porque te muestran lo que ellos quieren que vos veas. Los medios más grandes como la tele le dan bola solamente al que es el mejor del mundo, como pasó con Gustavo Fernández, que fue a todos los programas de tele pero para llegar a ser el mejor del mundo estuvo años y años, toda su vida dedicándole al deporte y estaría bueno que estén acompañando todo el proceso, no aparecer solamente con la dorada.
-¿Las denuncias que hicieron les modificaron el escenario?
-Antes de la denuncia pública al Enard, no había nada. Cuando pasa algo que garpa, te llaman: cuando sos campeón del mundo o estás mandando al frente a una institución muy grande como hicimos nosotros. Ahí sí se acercan, pero en el medio no lo ven como algo interesante. Luego de la difusión que hicimos se me acercaron un montón de periodistas con predisposición para hacer notas en el futuro.
-¿Cómo percibís las conductas del periodismo sobre deporte en la cuestión del género?
-Van avanzando, se van aggiornando. Eso está bueno. Supongo que tampoco les queda otra, porque estamos progresando en un montón de cosas y no da que se queden atrás porque quedaría mal. No sé si es por convicción o realmente lo sienten. Digamos que se suman a eso. No sé si es una moda o qué. Les siguen dando más bola a los varones que a las mujeres.
–Si pudieras darle un mensaje a las y a los periodistas, ¿cuál sería?
-Les diría que se sumen, que son de gran ayuda y los necesitamos. El deporte adaptado te enseña algunas otras cosas que en el deporte convencional no. Así que se los recomiendo.
-¿Y qué corregirías de los modos de comunicar si aceptaran ese mensaje?
-Hay que informarse mucho con los términos a la hora de hablar sobre deportes adaptados y las personas con discapacidad. Es algo esencial, no es difícil poner google, ahí te aparece todo. También pueden preguntarnos, no nos molesta. No está bueno hablar desde el desconocimiento porque después el foco termina siendo el error y no la intención de querer comunicar algo. El término más común y que está mal utilizado es: “discapacitado”. Se dice: “persona con discapacidad”. Antes que nada somos personas y después sí, tenemos una discapacidad. Otra: no tenemos “capacidades diferentes” tampoco, eso es basura. Todos tenemos capacidades distintas al resto, ese es otro término mal usado. Somos personas con discapacidad y punto. Decir “campeones de la vida” también es malísimo. Somos personas como cualquier otra a los que les pasó algo. A todos nos golpea la vida todo el tiempo, solo hay que reponerse y seguir. Romantizan diciendo “ejemplos de vida”: y qué sabes si somos ejemplos de algo. Capaz es alguien que vende cocaína, pero como está en silla de ruedas “es un ejemplo de vida”. Tener una discapacidad no te hace ser ejemplo de nada.
-Lo que proponés es otra mirada.
-Claro, es importante cambiar la visión que tiene la gente sobre nosotros. Que vean a un deportista y atrás a una persona con discapacidad, no un discapacitado haciendo deporte.
Foto: Virginia Robles