Por Elián Olchansky y Ian Rodríguez
El mundo del análisis deportivo es un mar profundo en el cual varios prefieren permanecer en la superficie y otros, con el uso de los datos numéricos, van a lo profundo. Especializado en esta temática, experto consultado semana a semana por periodistas que procuran desentrañar aspectos del fútbol, el antropólogo Matías Conde, quien trabajó para Superliga y para Analítica Sports, bucea sin problemas. Explica la importancia de utilizar data en pos de enriquecer al oyente al desmenuzar al fútbol y precisa que las estadísticas “son para apoyar procesos, no resultados”.
-¿Cómo es que se complejizó el nivel de estadísticas?
-Actualmente se puede ir desentramando todo. Ejemplo: la posesión de la pelota se puede dividir en tramos. O, más bien, después de una incidencia. Una expulsión, un gol, un cambio… O entender dónde fue la posesión (por citar un caso cualquiera, Vélez supera a River en este aspecto pero la de los dirigidos por Mauricio Pellegrino es más defensiva que la del Millonario). De todos modos, se necesita darle una vuelta de rosca. En las transmisiones, en el entretiempo, se sigue publicando la placa con los datos básicos (posesión, faltas y remates). Es muy difícil así: el partido no se explica con eso solo. Hay que reprocesar la información, es decir, desmenuzar cada vertiente que se analiza, entre qué jugadores se pasan la pelota, por ejemplo. Esos números superficiales pero enriquecedores están al alcance de cualquiera. Luego, si se quiere profundizar, se debe hacer un esfuerzo mayor.
-¿Quiénes y cómo te piden los datos?
-Depende del contexto. Cuando trabajé para la Superliga, teníamos un teléfono abierto para periodistas y para entrenadores. Ahí reprocesábamos los datos nosotros. Idealmente, en los cuerpos técnicos debería haber alguien que hiciera eso.
-¿Ves viable un programa televisivo que sea meramente de estadísticas del juego?
-Siempre me dicen que lo van a hacer y nunca sucede. Tiene que haber alguien que tenga el toque para hacerlo entretenido. Es difícil. Tarde Redonda (programa que era emitido por Fox Sports y conducían los periodistas Daniel Retamozo y Diego Fucks) usaba datos que nosotros le mandábamos. Era fluído y estaba bien hecho, esa es la cuestión. La Premier League tiene varios programas así. Allí plantean una discusión y argumentan basándose en estadísticas que son enseñadas al público en la transmisión.
-¿Te inspiras en formatos internacionales para la presentación de tus trabajos?
-Sí, miro todo lo de afuera. En Superliga hacíamos unas placas para las conferencias y eran calcadas a las que se hacían en la NBA.
.En el básquetbol, con el nivel de estadísticas que hay, se puede hacer un cierto tipo de crónica sin haber visto el partido. ¿En el fútbol también?
-Es importante que los periodistas empiecen a defenderse de algo que está vinculado a esto: las notas algorítmicas (NdR: son los artículos publicados, en la previa de un partido, que no los escribe un humano sino una computadora a partir de fórmulas matemáticas). Para mí, se puede automatizar todo pero hay que ser cauto puesto que podría dejar sin trabajo a las personas. Siempre será mejor que labure un humano.
.¿Vos cómo te llevas frente a esa virtualidad?
-Yo trato de ver todos los partidos posibles. Los datos no son, en la actualidad, automáticos. Hay muchas personas viendo los partidos y, a partir de atajos en el teclado, van relevando la información del encuentro. No es algo sencillo, se entrena tres meses para ello.
-¿Se puede dar estadísticas en un formato radial, considerando que carece de contenido visual para apoyarse?
-Necesitas tener a alguien que se dedique exclusivamente a editar la información que posteriormente se les enviará a los relatores, porque si a ellos les tiras la responsabilidad de decir estadísticas, los matas. Yo, a veces, le envío a Miguel Simón (relator en ESPN) cierta data e incluso a él, siendo de los mejores, le cuesta enganchar lo que le mensajeo con los hechos instantáneos del partido. Por lo general, le justifico sus opiniones con números concretos. Me da bronca cuando algunos periodistas no citan la fuente.
-¿Cómo conseguís esa data tan rápido?
-Dependiendo de la liga, hay distintos niveles de coberturas por parte de los proveedores. Radica en su nivel de importancia. En esos casos, por lo general, ya hay un medio público que pagó para mostrar los datos. Ahí podés verlos en tiempo real. Para los más detallados se necesita pagar.
-¿Los historiales entre equipos cuentan como estadísticas?
-Sirven como disparadores de notas. Hay un grupo de periodistas, como Oscar Barnade o Silvio Maverino, que hacen muy bien un laburo más complicado que el que hago yo. Los datos no se resumen a los historiales, algo que quedó muy instalado en Argentina. Los historiales no ganan partidos. No sirve saber cómo le fue a un equipo frente a otro para tener un indicio de lo que será el partido en el que se enfrenten si no juegan entre sí hace más de 20 años. Sí es útil saber que tal conjunto es el que menos tiene la pelota en el fútbol local. Está instalado en la opinión pública que si hablas de datos, hablas de historia. Cuando dicen “los datos no sirven” y sí, lógico, para retratar características posibles de un partido, esos datos no sirven. sirven, por supuesto, para otra cosa.
-¿Cómo sería tu programa de TV utópico en cuanto a las estadísticas?
-Sería un programa postfecha, lleno de declaraciones luego de los partidos y con datos que avalen -o desechen- lo dicho por los protagonistas. Una suerte de Chequeado. Hace poquito, después de la victoria de Talleres sobre Boca, escuché que Alexander Medina, técnico de Talleres , declaró que son el equipo con más situaciones generadas pero sin efectividad. Yo presumí que se equivocaba. Cuando me metí y chequeé me di cuenta de que no, certifiqué él tenía razón.