Por Juan Pablo Miranda Palacios e Ivan Labriola
Micaela Cannataro comenzó en el mundo del periodismo deportivo en 2009. Vivió y vive desde adentro los cambios que se van dando de a poco en un ambiente que, a un solo tiempo, conserva y se quita el manto machista que lo cubría y que lo cubre y empieza a quedar atravesado por las cuestiones de género son una parte importante para deconstruir y deconstruirse.
-¿Te costó insertarte en tus inicios en un ambiente tan machista como el del periodismo deportivo?
-Sí. Yo empecé en 2009 en el diario Olé con una pasantía y fue difícil estar siempre a prueba por el sólo hecho de ser mujer. Estaba ahí y debía demostrar todo el tiempo si era una trabajadora responsable. Además, se me observaba mucho más, eran muchos más puntillosos conmigo, había muchos chistes, muchas chicanas, que quizás no identificaba en ese momento como machismo, sino como algo más que tenía que superar.
-¿Pasaste por situaciones en las cuales por ser mujer, a pesar de darte el espacio, tus opiniones eran desacreditadas o menospreciadas?
-Empecé haciendo notas de color en el Olé, esas que no le daban a ningún varón. Entrevistaba mujeres como si ninguno de ellos pudiera hacerlo. Recién en mi tercer año en el diario arranqué a escribir crónicas de partido, cuando los compañeros que entraron conmigo ya lo habían empezado a hacer desde que el principio. Son situaciones en las que te sentís desacreditada sólo por el hecho de ser mujer. Tenía jefes que te ponían a prueba y no se lo hacían a otros varones. Se justificaban diciendo que yo era «feminazi» y que por eso veía todo de esa manera.
-¿Notás algún cambio con respecto al trato tanto profesional como humano hacia las mujeres en tu ambiente laboral?
-Por supuesto que sí. Hubo muchos cambios desde mis comienzos hasta acá, es una realidad que hay que decirla. Se avanzó muchísimo. Situaciones que pasaban con periodistas mujeres, como que futbolistas quieran invitarte a tomar un café a cambio de una nota, por lo menos a mí no me volvieron a suceder. Creo que toda la ola feminista y toda la lucha por visibilizar un montón de situaciones y prácticas habituales que repetíamos hizo que eso se modificara. Algunos lo hicieron por convicción y otros por miedo al repudio, pero se fueron modificando un montón de prácticas.
-¿Cómo pensás que abordan, en su mayoría, los medios deportivos las noticias relacionadas con cuestiones de género?
-No se informa de manera adecuada. Sé que hay colegas capacitados y capacitadas para abordar temas de género desde una perspectiva no hegemónica, pero en general no los hay. Eso pasa porque no hay una preparación o una línea de capacitación, además no se cumple con la Ley Micaela en los medios de comunicación. Por ejemplo, cuando pasó lo de Sebastián Villa, hubo personas que tienen lugar en los medios que dijeron barbaridades. Llegaron a poner en un lugar de víctima a alguien que tiene dos denuncias por violencia de género y abuso. Partiendo desde esa base, es muy grave que esto pase porque como comunicadores tenemos una gran responsabilidad a la hora de informar y por eso esto mismo se magnifica. A muy pocos dueños de grandes medios hegemónicos les importa tener gente capacitada sobre el tema. Caso contrario, hubieran tomado medidas al respecto.
-¿Cuál es el siguiente paso que deberían dar los medios a la hora de tratar los temas género, mujeres y disidencias?
-En principio, que la Ley Micaela se aplique de manera obligatoria en todos los medios de comunicación. Me parece que es una de las patas fundamentales del periodismo el informar con responsabilidad, con preparación, sin violencia, sin misoginia. También, trabajar en la etapa de formación, desde las escuelas. Básicamente, educación en todos los niveles. Y capacitarse y recapacitarse constantemente.
-¿Avanzaron los grandes medios deportivos y los periodistas a la par de la sociedad a la hora de informar y analizar noticias con contenidos de género?
-Siempre hablando en general, no. Los feminismos y las diversidades estamos en permanente lucha mientras tienen pantalla y aire ciertos generadores de odio. Todavía se cuestiona en vivo por qué existe un Día Internacional del Orgullo o por qué existe el Ni Una Menos. Y tenemos que seguir explicando esas cosas.
-¿Sentís que se invisibilizan ciertos temas de manera inocente o más bien responde a otros intereses?
-No. Hay una lucha que los feminismos y las diversidades estamos dando. Hoy por hoy, acusar de inocente a un periodista o una periodista a la hora de invisibilizar me parece irresponsable. No podemos hacer de cuenta que no sabemos de qué se habla. Creo que eso responde a intereses económicos, pero también a una ideología que no quiere que se reconozcan derechos o no acepta a las diversidades. Es una decisión la de comunicar desde ese lugar.
-En los últimos tiempos se han abierto departamentos de género en varios clubes del futbol argentino. ¿Es genuino el interés de los clubes? ¿Realmente dejan actuar a estos departamentos o son solo una formalidad?
-En muchos casos no es genuino el interés de los clubes. No lo hacen por convicción, los tienen como espacios para cumplir. La presión que ejercen los colectivos feministas los lleva a tener que tomar la decisión de formar departamentos de género. Pero, en la mayoría de los casos, son muy pocas las políticas que llevan a cabo. En muchos de los clubes no se puede trabajar demasiado en temas de género. Entonces los departamentos se ven reducidos a tener que hacer placas en el día de la violencia contra la mujer, pero puertas adentro no hay capacitaciones ni se toman medidas más allá de emitir comunicados.
-Con respecto al fútbol femenino en particular, ¿qué diferencias notas en comparación con el fútbol masculino, en cuanto a su cobertura y a su valoración por parte de los clubes y de AFA?
-Hay muchísimas diferencias, desde la inversión que se hace en el futbol femenino, incluso desde divisiones inferiores, hasta en cuanto a infraestructura, que está a años luz del futbol masculino. En cuanto a la cobertura mediática, es prácticamente nula desde los medios tradicionales, que hacen como si no existiera. Son medios independientes los que le dan difusión a una disciplina que lo que más necesita es difusión e inversión. Desde la AFA hubo una decisión tomada por fuerza, a causa de la lucha de muchísimos colectivos, sobre todo después de la denuncia de Macarena Sánchez, más allá de muchas compañeras que ya lo venían haciendo, como Las Pioneras. Se anunció una semiprofesionalización, por lo que hay un camino marcado, un avance. Pero después, por ejemplo, tenés una Copa Federal que se juega en el predio de la AFA en Ezeiza exponiendo a las jugadoras a situaciones que a los jugadores de Primera División no se expone.
-¿Cuál fue la influencia del movimiento feminista tanto en el periodismo deportivo como en los deportes?
-La influencia fue y es clave en todos los ámbitos de nuestra vida para las mujeres, para los varones y las diversidades. Porque vino a cuestionar todo lo que la sociedad patriarcal nos enseñó, a desmentir las verdades absolutas. Esto es fundamental para ellos. Por ejemplo, la violencia como sinónimo de hombría, el no poder perder, que el ser varón implique como obligación ser exitoso. Asimismo, el movimiento feminista es importantísimo para la vida de todes porque abrió y abre camino para las mujeres y las diversidades en ambientes en los que no tenemos las mismas oportunidades: esto comprende a periodistas, deportistas, etcétera. Por ejemplo, se dio la posibilidad de que mujeres trans puedan disputar la liga de fútbol femenino. Es fundamental entender que esta lucha es colectiva y que el objetivo es mejorar a la sociedad.