El periodista Mariano Closs fue entrevistado por Juan José Panno y Adrián De Benedictis en la serie Los Secretos del Periodismo Deportivo. Aquí, la primera parte de esa charla y el enlace al pie con la entrevista completa en video.
-¿Cómo era tu relación con el fútbol y el periodismo cuando eras chico?
-Siempre fui futbolero. Desde los 6 años, iba a GEBA. También tomé clases de tenis pero lo que me interesaba más era el fútbol. Con los dados de la generala, me armaba partidos y campeonatos imaginarios. Y los relataba. Escuchaba mucho lo programas de radio de Carlos Parnisari, de Humberto Dátola, de José María Muñoz y, mas tarde, de Víctor Hugo.
-¿Venía de familia lo del fútbol?
-Mi tío nos estimulaba para ir al club y mi viejo me llevaba.
-¿Relatabas algo?
-Los sábados y los domingos me sentaba en las tribunitas de GEBA, daba los resultados de los partidos a los que estaban por ahí y de vez en cuando alguna cosita narrativa metía con los partidos que se jugaban ahí.
-¿Cuándo te diste cuenta de que lo tuyo era el periodismo?
-Inconscientemente, diría. Yo estudiaba en el secundario, en el Nicolás Avellaneda. Vivía con mi mamá y mi abuela, hacia las tareas del colegio y ponía la radio en mi escritorio y escuchaba, de más chico a Muñoz y luego a Víctor Hugo. Y, como él decía que a su programa en la calle Maipú iba gente, me animé y fui, pese a que soy muy tímido. Empecé a ir seguido. Ya estaban Marcelo Benedetto, Fernando Villar y Jorge Arcapalo. Víctor Hugo nos trataba muy bien y me invitó dos veces a la cancha y a su casa. La cabina era un mundo mágico para alguien que empezaba a olfatear esto.
-¿En algún momento dijiste «quiero trabajar acá»?
-No, nooo, con 15 años no sabía nada. Les digo sí que me involucre en la radio. Escuchaba, de chico, «Cordialmente» con (Juan Carlos) Mareco, «La maquina de contar», con Juan Carlos Mesa. Mi mamá escuchaba Radio del Plata. Evidentemente algo había por ahí.
-¿Cómo te llega, entonces, el trabajo?
-Cuando Víctor Hugo pasa a Radio Argentina, en el 86, fuimos a su casa. No recuerdo bien pero a Villar, Benedetto o Arcapalo, que eran más grandes, se les debe haber ocurrido que podíamos pedir trabajo y sí recuerdo que el timbre, el portero eléctrico, lo toque yo. Nos hizo pasar y dijo: “Ustedes van a hacer producción periodística”. Yo llamaba al personaje para poner al aire en el programa. En ese tiempo, llevó 40 personas a trabajar con él. A Víctor Hugo le gustaba formar grupos de trabajo y me lo impregnó a mí: a mí también con el tiempo me gusto hacer eso. Después, empecé a cubrir los entrenamientos de Ferro. Estuve como siete años cubriendo Ferro.
-¿Te acordás cuál fue el primer partido que relataste?
-Ferro-Central. Por una razón: se había suspendido toda la fecha y sólo se jugó ese partido en el que yo estaba cómo conexión. No sé cómo salió el relato. Imagínate: no sabía colocar la voz, no sabia nada, tuve que hacer los 90 minutos, pero conocía bien a los jugadores de Ferro y eso me ayudó. De lo que me acuerdo bien es que esa noche había un asado en la concesionaria de un amigo de Víctor Hugo en la avenida San Juan y cuando llegué me aplaudieron todos. No me olvido más. Yo era un pibe: «el benjamín del grupo», me decía Víctor Hugo.