Por Sebastián Martín y Julieta Grillo
Nació hace ya más de 6 años. Creció, se desarrolló, tropezó y volvió a levantarse para seguir caminando. Hoy goza de las experiencias ganadas y se ilusiona de lo que vendrá. No, no es una persona, pero sí “el hijo” de algunas: Secta Deportiva, hoy, uno de los medios de comunicación digital de mayor alcance de la Argentina.
Nicolás Gómez Zurita y Jerónimo Torres Santoro decidieron emprender el camino de la autogestión de un medio periodístico deportivo, a pesar de las inquietudes, los prejuicios y las piedras que podrían encontrar en el camino. Hoy, con más de 700 mil suscriptores en su canal de Youtube –donde realizan todo tipo de transmisión deportiva– y más de 142 mil seguidores entre Instragram y Twitter, Nicolás viaja al pasado para revivir cómo empezó todo.
– ¿Con qué fin se creó Secta Deportiva?
-Desde la facultad con Jero (Torres Santoro) teníamos ese ímpetu, esa necesidad de armar algo autogestionado. Tenía otro “sabor” con algo propio, que transitara otros caminos para combatir a otros más poderosos. No hubiéramos sentido eso mismo con algo ya encaminado. De esas grandes multinacionales nosotros seguimos aprendiendo, de ir absorbiendo absolutamente todo. Pero Secta nace de esos gustos de armar algo propio. A mi hija, cuando me pide un hermanito, le respondo que recuerde que ella ya tiene un hermanito que se llama Secta Deportiva. Pero es así, lo siento como un hijo.
– ¿Cuánto les costó arrancar y seguir insistiendo en este medio autogestionado para llegar a donde están hoy? ¿Con qué dificultades se encontraron?
-Nos encontramos con todo tipo de dificultades que hoy las celebramos porque eran invitaciones a crecer contantemente, a esforzarnos, a prepararnos, a seguir aprendiendo. Al principio nos costó horrores: salíamos en las famosas radios AM, que a la vuelta ya se no escuchaban y ese alcance era una debilidad que se estaba transformando en una amenaza terrible. Inicialmente poníamos de nuestro bolsillo, pero claro, ¿cómo hacíamos para que los auspiciantes confíen en nosotros si no tenían como escucharnos, no teníamos cómo cuantificar una audiencia? Nosotros hemos llegado a deber 100 mil pesos, pero, bueno, el emprendedor debe saber que el “nosotros” está por sobre “yo” y que trabajás veinticuatro horas los siete días. Todas esas barreras lo único que hicieron fue obligarnos a mejorar constantemente y desde ahí que también empezamos a descubrir qué con la plana digital.
– ¿Fue una elección indagar en el mundo digital?
-Nosotros estábamos compenetrados totalmente. Detectamos ese comportamiento de la sociedad: del estar todos conectados, que sea de fácil acceso, que gusta más porque tiene una mejor adaptación. Sabíamos que la radio nos iba a golear, nos golearon; que la televisión nos podía golear, nos golearon. Nosotros decidimos jugar este partido.
– ¿Dudaron alguna vez si el camino que estaban tomando era el indicado o si debían seguir insistiendo en este medio?
-En un principio éramos tres. Ese tercero se terminó alejando por esas dudas, que no se veía una remuneración que nos pueda llegar a invitar a otra cosa o no se veía un ascenso bien marcado. Pero internamente nosotros (con Jerónimo) estábamos totalmente convencidos y comprendíamos que era un proyecto a largo plazo, pero en eso, la ansiedad es algo que es algo terrible. Era momento de resistir, de seguir invirtiendo en nosotros. Teníamos una certeza muy fuerte nosotros y yo estaba totalmente convencido de que todo esto iba a llegar. Yo siempre digo que Jero es como Mario Santos (de Los Simuladores), porque es la mente que va, que va organizando todo y yo soy más como Emilio Ravenna el que abre las puertas, que representa.
– ¿En qué creés que Secta Deportiva se diferencia con el resto de los medios tradicionales?
-Creo que en la conexión con el público. Nosotros le fuimos dando una identidad al que nos sigue, un valor diferencial. Cuando empezamos a transmitir decíamos como slogan: “Transmisiones hay muchas, pero que te saluda, una sola”. Tocarle otras otras fibras a la persona, hace que se quede. También con un estudio de la sociedad vimos que ya no le gustaba más ser un espectador pasivo, sino que le gustaba ser protagonista.
– ¿Considerás que es un patrón en las nuevas formas de hacer periodismo?
-Hoy la mitad de los chicos sueñan con ser Messi, Cristiano Ronaldo, Mbappé. La otra mitad con ser Ibai. Hay una generación que tiene otras inquietudes. Los chicos dicen “para qué voy a ir a la plaza a jugar con mi amigo si lo puedo tener por acá”. De ahí también nace la nueva forma de comunicar. Es lo que se viene. Hoy, al periodista que no conecta con la audiencia se le puede llegar a hacer más complicado ser una parte activa dentro de los medios de comunicación.
– En tu biografía de Instagram te definís, entre otras cosas, como emprendedor, ¿cuánto de ese perfil se necesita para llevar a cabo un proyecto periodístico como Secta Deportiva?
-Prácticamente un 95 por ciento. Yo elegí estar acá porque es algo con lo cual conecto. Esa libertad es uno de los grandes éxitos que tiene el emprendedor. Pero ojo, hoy tengo esa posibilidad de elegir, pero antes estuve tres años trabajando de cajero en un supermercado, que para mí, era la cárcel.
– En la final de la Champions, la transmisión digital de Secta Deportiva de más de nueve horas de duración, fue número uno en habla hispana, con más de 3.700.000 visitas, ¿qué te genera ese logro?
-Una satisfacción total. En todo ese camino que venimos hablando, ese fragmento es el disfrute. Apenas finalizó el partido, lo primero que hice fue mirar a Jero y darnos un abrazo a puños apretados, que representó muchas. En su momento, nos miraban con desprestigio, sin conocer todo el trabajo previo. Esa transmisión fue el pico más alto emocional desde que estoy acá en el medio.
– En el hipotético caso de que venga un empresario, de una internacional, la intención de comprar Secta Deportiva, ¿qué responderías?
-Que no tiene precio para nosotros y, aparte, que haríamos un mal negocio porque si lo vendemos ahora, que está en este momento de crecimiento, lo estaríamos vendiendo barato. Si quiere ser parte sí, pero no está a la venta la conducción, no está a la venta la organización, no está a la venta la planificación.