Por Agustín Kuc y Joaquín Cirigliano
Sofía Maccari tiene lo que muy poca gente en el mundo y casi nadie en la Argentina: dos medallas olímpicas. Ambas son plateadas. Una acumula historia: Londres 2012. Otra desborda presente: Tokio 2020.
A los 37 años, con un recorrido destacadísimo en canchas de adentro y de afuera de la Argentina, volvió a vestir la camiseta nacional y celebró a lo grande. En los días olímpicos, fue tendencia en Twitter a partir de intervenciones como, por ejemplo, los videos que dejó la victoria contra India, con un total de 145.500 mil reproducciones. Más: su directo en la red social Instagram posterior a la entrega de medallas del 6 de agosto reunió a más de 29.000 fanáticos y fanáticas.
Casi lógico: además de tener una vida en las canchas de hockey sobre césped, de ejercer como entrenadora de su deporte y de ser parte de la historia notable de Las Leonas, estudia periodismo. De los cruces de sus mundos, habló con El Equipo.
-¿Cómo cuenta a Las Leonas el periodismo que se dedica al deporte?
-El periodismo sobre Las Leonas se puede analizar desde diferentes focos. Tenemos gente que sigue al grupo hace tiempo y que mantiene un respeto, a pesar de que los resultados pueden ser cambiantes de torneo a torneo. Se trata de profesionales que conservan una línea y objetividad. Después, existe otro tipo de medios que no están tan informados del deporte o de su situación interna y mucho de lo que dicen depende de los resultados. Pero, creo que generalmente, a Las Leonas las tienen como un equipo guerrero. Quizá, muchas veces se quedan en el pasado y no van analizando todo lo que va cambiando en la sociedad y en las generaciones que vienen renovando el plantel. Es un equipo querido, que le llega a la gente. Y eso está a la vista.
-Salvo en tiempos de Juegos Olímpicos o de Juegos Panamericanos, ¿hay una especie de abandono periodístico de lo que no es fútbol?
Sí. Claro que el fútbol, lamentablemente, es el deporte que se lleva las miradas durante todo el año. Desde lo económico no tenemos cómo pelear eso. Es algo que, por momentos, no me genera bronca, pero sí pena. Hay muchos deportes que, para el escenario periodístico, no existen. En el hockey, dentro de todo, podemos decir que algo más de interés generamos, pero, la verdad es que existen muchos atletas que realizan un esfuerzo enorme y de los que sólo se hablan durante las dos semanas de los Juegos Olímpicos. Cuando pasamos a la semifinal, en Tokio, Las Leonas fuimos tapa de un diario, pero después casi que no hay información de lo que va pasando. Es verdad que existe un abandono muy grande durante los procesos olímpicos que apenas se revierte en los Juegos.
-¿Cómo reciben y cómo absorben los cuestionamientos periodísticos las y los deportistas que no son futbolistas en el caso de que una participación olímpica o panamericana no llegue a los primeros puestos?
-En Las Leonas, es un tema del que hablamos mucho. Siempre las más grandes intentamos ir pasándolo de generación en generación porque, a veces, leés artículos o cosas muy crueles y durante una competencia te afecta emocionalmente. A nadie le gusta que critiquen a tu equipo, leer notas periodísticas que no son reales, que no se ponen en la piel del deportista. Nosotras, por suerte, desarrollamos un deporte en equipo y, entonces, intentamos ir apoyándonos entre todas para llevar esas situaciones de la mejor manera. Da bronca cuando leés cosas sobre otros atletas a quienes, por el solo hecho de no tener un resultado positivo según la audiencia y no según el análisis del mismo competidor, la gente enseguida les pega. Es doloroso. Solo una sabe el esfuerzo que hace el deportista amateur.
-¿Cómo trabajás con tus redes sociales digitales?
Yo sola manejo mis redes sociales, soy muy espontánea en ese sentido. Trato de ser cuidadosa con los mensajes que intento dejar, subir o decir, por el hecho de que hay muchas nenas que siguen a Las Leonas y, claramente, copian. Después, procuro ser lo más libre posible, pongo las cosas que quiero, me divierto, no soy muy perseguida con lo que puedan llegar a decir. Mientras no le falte el respeto a nadie y mantenga una línea de valores que, obviamente, me los da el deporte y la educación que me dio mi familia, me parece que eso es lo más importante. Por otro lado, la gente va a decir y hacer lo que quiera con eso. Está claro que de cualquier posteo o historia pueden generar una información errónea. Pero, bueno, estás expuesto a eso.
-¿Qué nos dice del deporte y de la comunicación que deportistas como Delfina Pignatiello cierren parte de sus redes a causa de las críticas?
En estos Juegos Olímpicos de Tokio 2020, en particular, la gente estuvo muy agresiva en las redes sociales. A nosotras, quizá lo resultados nos fueron acompañando, pero claramente cayeron críticas. Siempre digo lo mismo: si son críticas constructivas, nosotras somos las primeras que vemos cuando no jugamos bien, cuando las cosas no nos salen y aquellas que intentan cambiarlo. Pero la gente, automáticamente ve un resultado, y saca conclusiones de cómo somos como personas, qué hacés y qué no, y me parece que hay muchas cosas atrás. Lo de Delfi (Pignatiello) fue una pena porque a nosotros nos toca como deportistas. Estuvimos en la Villa Olímpica, nos vimos, convivimos. Y no solo en la Villa Olímpica. Vimos durante cuatro años el proceso antes de los Juegos, el esfuerzo que hacemos día a día. Nos cruzamos en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo (CENARD), en el gimnasio. Entonces, duele, da bronca y, en estos Juegos especialmente, hablamos mucho entre los y las deportistas sobre la agresión que se vio en las redes sociales. Esperemos que, entre todos, tomemos alguna medida que no sea cerrar las cuentas, porque me parece que está buena la comunicación con la gente, sino que haya una concientización de todos de cara a ese tema.
-¿Sería importante que a los deportistas se los preparara en el campo de la comunicación, que se formaran sobre cómo ejercerla y cómo vincularse con lo que dicen de ellos?
Nosotras hace tiempo que decimos de tener mucho cuidado, tener en cuenta lo que hoy mueven las redes. Quizá una no es consciente. Abrís Instagram, ponés una historia de 15 segundos y eso puede repercutir un montón. Me parece que para las generaciones más chicas, está bueno tener a alguien que las vaya guiando, que las hagan tomar conciencia de lo que puede generar cualquier comentario y cualquier imagen. Sin perder la esencia de cada persona, eso es lo que hace las cosas naturales y frescas. Obviamente, siempre que tengas a alguien que te puede llegar a guiar, así como en los movimientos que tenés dentro de un equipo o de un torneo. Está bueno tener a una persona en las redes sociales que vaya marcando el camino.
-Te desarrollaste como deportista y, a la vez, estás estudiando la carrera de periodismo ¿En qué aspectos creés que te modificó vincularte con el periodismo?
Estudiar periodismo me ayudó mucho a ver una infinidad de cosas que, quizá, antes no captaba. Cómo el cuidado de la información que uno lleva a la gente, lo que cuenta, lo que dice. Hoy Twitter es un arma filosa porque es una vía en la cual desde el anonimato se puede poner lo que plazca. El periodismo en eso perdió mucha calidad, se escuchan muchas mentiras, sacadas de contexto, falta de información, de averiguar los temas antes de ponerlos en cuestión. Ahora me di cuenta de que la primicia, para mucha gente, vale más que la información en sí. Ese es el peligro. Quizás, poder estar hoy del lado de la deportista y de la estudiante de periodismo, me sirva para ver las cosas que el día de mañana no me gustaría hacer.
-Teniendo en cuenta la respuesta anterior, ¿qué debería implementar el periodismo para lograr una mejora?
Informarse y no querer ser primicia, eso es lo más importante hoy. Vos ves una noticia importante que se empieza a rumorear, y está claro que se desesperan por ser los primeros en ponerlo en las redes sociales. Sin importar que atrás pueda haber una familia, seres queridos que lo lean y salgan lastimados. Esos cuidados se dejaron de tener y me parece que está bueno que se vayan recuperando.
-Si tuvieras que posicionar al hockey por cantidad de audiencia y por la popularidad, ¿cómo lo harías y que debería suceder para que el deporte logre mayor visualización?
Dentro de lo que es el panorama argentino, en el hockey tenemos que ser bastante agradecidos porque comparo con otros deportes y se les pone mucho más cuesta arriba. El hockey dio un boom a partir del 2000. Desde entonces hasta hoy, el crecimiento fue enorme en todos los aspectos. No es lo mismo el apoyo, la cantidad de seguidores que tiene el deporte, todo va evolucionando. Lo importante de estos momentos del equipo, por ejemplo, ahora con una medalla olímpica, es aprovechar ese boom para crear más nenas que jueguen, más canchas en el país, que existan ligas más competitivas, que no solo Buenos Aires sea la cuna del deporte. Hoy por hoy, el plantel de Las Leonas cuenta con muchas jugadoras del interior y eso es espectacular. Es clave que el hockey crezca en todas partes del país para luego trasladar ese crecimiento a nivel mundial. Siempre destaco que este deporte tiene un apoyo valorable y esta buenísimo. Después, nosotras lo mantenemos con resultados. Es reciproco.