Un proyecto autogestivo. Un proyecto en la Argentina. Un proyecto dedicado a un deporte. Un proyecto periodístico. Un proyecto que ya lleva 17 años. Todo eso es Somos Vóley (www.somosvoley.com, con referencia en todas las redes sociales). En una entrevista con El Equipo, el periodista Martín de Rose, actor de ese ciclo de punta a punta, cuenta cómo tuvo que adaptarse y reorganizarse aquella pequeña página web que nació como satélite de un programa de TV para convertirse en un referente periodístico de alta potencia en el mundo del vóley.
- “Somos Vóley surgió de la mano de un programa de televisión que se llamaba Voley de Primera, que se transmitió de 2001 a 2003 por TyC Sports. La idea era que la página fuera el sostén de información en la web, pero empezó a tomar mucho vuelo propio. Ya sin el programa al aire, desde el 2006 que este es un proyecto totalmente autogestionado. Trabajamos con una dinámica similar a una cooperativa, con retiros cada tres meses. Somos un grupo de amigos periodistas, locos que laburan de lo que les gusta. Cubrir vóley es nuestra pasión. Hoy nos mantenemos por lo enamorados que estamos del proyecto, lo queremos mucho. Nos llena de orgullo porque sostenerlo en las condiciones en las que está el país y este deporte es una locura”.
- “El éxito que tiene Somos Vóley es por su identidad. Para nosotros el vóley es un partido de mini, uno del ascenso o uno de la Selección. Y estamos presentes en todos. Eso es lo que nos define: estar en lugar del país donde haya vóley”.
- “Tenemos un estilo que, desde afuera, puede parecer hasta naif o inocente, pero nosotros evitamos el quilombo. Nuestro objetivo primordial es difundir el voley y, cuando te metes en el barro con otras cuestiones, no hacés más que gastar tiempo. Es una lógica totalmente distinta a cierta parte del periodismo más vinculada al fútbol, por ejemplo. Nos representa perfecto un hashtag que usamos: #AmamosElVóley”.
- “Esa filosofía de trabajo nos dificultó de alguna manera ser profesionales. Podríamos haber sido más eficiente económicamente, pero con cosas que no teníamos ganas de hacer. Somos Vóley nos permite en ese aspecto ser más libres, ser más independientes”
- “Uno de los desafíos que nos planteamos a futuro es el de profesionalizar nuestro trabajo. No por capitalizar la empresa, sino para que los chicos que laburan con nosotros, que dejan todo por el vóley puedan cumplir ese sueño de vivir cubriendo vóley. Yo confío en que el camino para eso es la autogestión. No nos planteamos la posibilidad de que un día venga alguien y diga ‘qué lindo deporte el vóley, voy a poner plata’. Por eso buscamos todos los mecanismos para generar recursos. Hicimos gorros, bolsos, remeras, que ya son un clásico. Otro objetivo es llegar a los 20 años. Es muy emocionante. Es fuerte decir que laburé 20 años en una página de voley. Marca toda una vida que Somos Vóley pueda cumplir 20 años”.
- “En tantos años tuvimos que cambiar mucho de formato y nos ha costado. Yo, por ejemplo, me recibí de Deportea con máquina de escribir y hoy entro al Instagram y tenemos 20 mensajes de personas de todas partes del país que nos mandan la foto de su equipo o de su torneo para promoverlo. No fue fácil ese cambio. Hoy, nuestro instagram tiene su lógica propia y generamos ese contacto con amantes del deporte. Mientras un chico quiera seguir saliendo en el Instagram de Somos Voley, habrá éxito”.