Apo, esa voz y esa historia

Alejandro Apo significa cincuenta años de radio, cuidando cada palabra y cada silencio, en un inigualable ida y vuelta con sus oyentes. Aquí, fragmentos de una charla sobre sus saberes en el oficio.  El video competo puede verse en https://www.youtube.com/@SecretosDelPeriodismoDeportivo

Comentarista de fútbol

«En los viajes, en la hojita de los datos cuando llego a ocupación pongo ‘comentarista de fútbol’. Eso en general. Pongo radio. Soy específico. Nunca digo periodista. Es que le tengo un respeto a la palabra, a la a la definición del periodismo, siempre me imagino un escritor, un historiador, un corresponsal de guerra. Después está eso de que leo cuentos que hoy tengo o hace mucho tengo. A partir de muchas cosas que aprendí en mi casa, me puse a leer cuentos de fútbol: eso fue todo».

Polémica en el fútbol

«Mi papá fue creador, junto con Carlos Fontanarrosa, de Polémica del fútbol, un programa que tenía una audiencia extraordinaria y entonces yo ligaba. Mi viejo me llevaba a ver los clásicos, el partido más importante de la fecha, porque lo tenía que discutir o la noche del domingo o la noche del lunes, y él era muchas veces el conductor».

El Flaco Alejo

«¿De pibe cómo era? Muy futbolero, muy. Me apasionaba mucho jugar al fútbol, gritar los goles, esa cosa del sentido colectivo, de la pertenencia al equipo de siempre. Jugábamos en un potrero particular. El Eucalipto Fútbol Club era muy, muy de eso. Y, después, muy lector porque, en casa, mamá y papá habían puesto la regla de que, a la noche, después de la cena, alguien durante el día elegía un cuento, Nos hacían elegir a los hijos, a nosotros. Conocí a Cortázar, a Viñas, a Abelardo Castillo, a Bioy Casares. Pero lo más importante era que los grandes tenían en cuenta mi opinión. Pero una vez lo escuché a mi viejo que dijo ‘qué interesante lo que dijo el Flaco’: yo era el Flaco. Después pasé a ser gordo, pero esa es otra historia.

Los comienzos

«Se decía que yo iba a hacer lo mismo que él, que mi viejo: a laburar en el fútbol. Siempre lo supe. Entonces iba a estudiar en el Círculo de Periodistas Deportivos. En ese momento, era de las pocas escuelas que había. Tenía 19 años. Irañeta, que era productor de Radio del Pueblo me abre una puerta Lo llama mi viejo, le dice ‘el pibe va a estudiar’, a lo que él le contesta ‘decile que venga a colaborar y después ve qué hace’. Y, entonces, yo anotaba los goles, escuchaba Rivadavia, les pasaba los goles a los chicos de estudios centrales».

El primer partido

«Yo tengo la idea muy difusa de que el primer partido fue en la cancha de River, reemplazando a Adrián Paenza, que había quedado como comentarista de Mitre en Sport por 80. Sí. Igual, ya comentaba en la B. Yo hice la B mucho, mucho tiempo, la C, la D. Conozco todas las canchas esas».

Todo con afecto

«Un dia me dice Victor Hugo ‘¿Por qué no inventas un programa de sábado a la tarde? ¿Qué se te ocurre?’ Y entonces le dije: ‘Un programa para mí, mis ídolos de pibe, los jugadores, la música mía’. Lo que lo que yo disfrutaba, que, en realidad, es eso, el programa, Todo con afecto. El programa originalmente se llamaba como un bello y triste cuento de Ray Bradbury: Todo el verano en un día. Pero Todo con afecto es mejor ¿Entonces qué pasó con el programa? Empiezo a leer cosas de Fontanarrosa, de Soriano, de Sacheri y meto música vieja y hago algunas notas con los viejos jugadores: Walter Gómez, Zárate, qué se yo. mucho Labruna, jugadores de Boca, Angelito Rojas, Potente, los tipos que yo había admirado».

¿La cancha o el estudio?

«¿La diferencia entre ver un partido en la cancha o el estudio? Sí, la misma que disfrutan los chicos más jóvenes de la televisión, que no va nunca: la comodidad. La disfruto porque soy un hombre grande. Me sirven un té, voy al baño cuando quiero. Nadie me grita. No tengo que estar pendiente de las credenciales del viaje. Voy a un lugar, bajo del taxi, me meto en el estudio. Pero en la cancha los partidos se viven de otra manera, tenés miles de detalles. Además de eso, del contacto con los hinchas es comer un choripán antes. Yo soy un futbolero de cancha natural, más allá del comentarista, soy un tipo que me apasionaba, con donde me tocaba verlo, cómo razonar en cada jugada Se ven muchas más cosas»,

Prepararse para comentar

«Soy muy cuidadoso de lo que significa la forma, cómo expresarlo. Me grabo, me estudio y comento fútbol hace cincuenta años. Termina el partido y viene un señor y me da un pendrive. Y escucho lo que dije. Me graba todo lo que dije y entonces me doy cuenta. Que no nombre a un jugador en el último partido, que hablé en general, que no hable en particular, que no definí, que no di el resultado Todo. Me analizo todo el tiempo . Y, cuando puedo. meto un concepto de fútbol. Yo digo que muchas veces el gol no es hijo del partido. Y hablo de los sagrados imprevistos del fútbol. Eso lo anoto y lo fuardo en una carpeta que alguna vez se la daré a Bruno, mi nieto, que ya comenta».

Sugerencias

«Lo primero que me aparece es la lectura. La lectura te da esa esa natural autoridad microfónica que todos le admiramos a Víctor Hugo, por ejemplo. Hablar con convicción desde las definiciones, con un lenguaje que admite toda esa variedad. Eso se logra leyendo. No hay otra cosa ¿Cómo se hace para generar el interés por la lectura? Contándote un cuento, uno de Bradbury, ¿eh?. O de Fontanarrosa, que es una buena manera de que entren los pibes con una idea futbolera Que se meta Fontanarrosa es ideal para eso. Un pibe que estudia periodismo deportivo no le pueden faltar Fontanarrosa, Soriano, Sacheri, Sasturain».

Maestros

«Mi maestro y mi segundo papá es Mario Trucco, el gran periodista de Mar del Plata, que es el comentarista histórico de Fioravanti. Él me enseñó que el tipo que invento todo fue Enzo Ardigó Antes, en radio, no había comentario en medio del relato, era comentario previo, entretiempo y final. Fue el que lo metió con el maravilloso tono señorial que tenía, Y Macaya Marquez, el mejor de todos en televisión».

Joven admirado

«Tengo una debilidad por Fernando Pacini. Lo valoro como el mejor comentarista de televisión ahora y hago una diferencia entre la televisión y la radio. Yo creo que es mucho más difícil comentar en televisión que en radio. Tenés que decir algo más de lo que ven los espectadores Si te digo en la transmisión de Víctor Hugo que la pelota la tiene Riquelme y a River le queda muy lejos el arco de Boca, vos ya sabés cómo es todo, pero en tele es más complejo».

La pasión

«Me gusta mucho el armado de una transmisión del próximo partido en Relatores, me emociona tanto como aquellas participaciones en Sport 80 o las primeras veces porque eso es un desafío siempre: atraer, disfrutar el acto de contar y que se sienta que lo que vos contase, si se toma bien, es interesante para hacer pensar».

Una vez un tipo me dijo El mejor elogio que yo pude recibir nunca se lo superó, me dijo un tipo en la calle : Lo escucho mucho. Hace mucho tiempo y. Y hay unos cuantos temas futboleros de fondo con los que no comparto. Con usted parto de otro lugar, pero sabe qué me acerca a usted, que me transmite que nunca estuvo ni estará entongado con nada ni nadie, que usted dice lo que piensa