CENTROFÓBAL: Historias que son golazos

Por Fernando Bajo

Andrea D’Emilio, periodista deportiva y docente de Deportea, es una de las y los fundadores del proyecto autogestivo Centrofóbal (centrofobal.com) que nació el 17 de junio de 2017. En una charla con El Equipo, D’Emilio cuenta cómo fue el camino que llevó al medio a la consolidación y a cubrir el último Mundial de fútbol masculino.

-¿Cómo surgió Centrofóbal?  

-El día del comienzo armé un grupo de WhatsApp, sumé a dos amigos Gonzalo Plotycia y Francisco Clavenzani. El grupo se llamaba Rusia 2018 y les pregunté_ «¿Vamos al Mundial?». Nosotros nos conocemos desde el 2008, trabajábamos juntos en un proyecto que se llama Inferiores Platenses, que cubre Inferiores de Gimnasia y de Estudiantes. Ahí empezó la amistad. Ellos, que ya había ido a Brasil 2014, enseguida dijeron que sí.  Empezamos al organizar el viaje, en principio no sabíamos muy bien qué hacer periodísticamente, pero queríamos aprovechar semejante movida. De casualidad por esos días estaba de visita Emanuel Colombino, otro amigo de nosotros y cuando le contamos que nos íbamos a Rusia preguntó si se podía sumar. Francisco fue el que más insistió con que tenía que ser una página web, pero como no queríamos que sea algo que quede perdido en el tiempo pensamos que tenía que ser algo diferente y que no necesitara del minuto a minuto porque nosotros teníamos otros laburos, proyectos y demás. Pero queríamos algo que tuviera continuidad. Ahí definimos que sólo nos íbamos a centrar en el fútbol y en contar historias con fútbol.  El 10 de febrero de 2018 la web estuvo online, al comienzo con notas alusivas a Rusia.

-¿Por qué eligieron ese nombre?

-Teníamos varios en mente pero ya estaban utilizados por otros colegas. Centrofóbal en principio responde al cuento de Osvaldo Soriano, referente de la literatura futbolera y además ese nombre lo habían elegido para su tesis Francisco y Félix Mansilla (compañero que se sumó a la web desde el comienzo). Quizá lo que buscábamos era retomar los orígenes del fútbol y mantener viviente la idea del fulbito, lo que cuando éramos chicas y chicos jugábamos con amigas y amigos en el barrio, quienes somos futboleras y futboleros. Lo amateur y el espíritu del deporte que más nos gusta.

-¿Cómo deciden qué se publica y cómo surgen las ideas?

Félix, Francisco, Gonzalo y yo somos los que decidimos sobre las notas. Tenemos criterios en común, hacemos sugerencias. Las ideas surgen de la propia iniciativa de cada uno. Quizás cuando se acerca alguna fecha puntual o cuando tenemos un tema específico para trabajar cada uno evalúa cuáles son sus tiempos reales y concretos de participación. Ante todo, está la honestidad de decir: “Yo esta vez no puedo” o “Simplemente, no quiero, no puedo, no me interesa hacer una nota de tal cosa”. Nosotros nos respetamos, por eso trabajamos juntos.  Cuando llega una nota que ofrece alguien la leemos, quizás todos no, pero quienes la leen deciden. 

-¿Consiguen algún tipo de rédito económico por lo que hacen?

-No, plata no ingresa. Quizás no hemos sabido explotar al máximo el producto pero nuca fue una prioridad.

-¿Qué dificultades han atravesado durante este tiempo y cuál fue el momento más gratificante?

-A veces lo que cuesta es ponernos plazos y establecer tiempos, luego cumplirlos. Tuvimos épocas en las que no subíamos muchas notas y descuidábamos las redes sociales. También, nuestros tiempos nos llevaban a eso. Un periodista/comunicador por lo general tiene más de un laburo y nosotros no somos la excepción. Y si bien a veces colgamos, para nosotros hacer Centrofóbal es un trabajo no lo hacemos con menos ganas porque no nos de un redito económico. A lo sumos flexibilizamos ciertos tiempos, pero la pasión y la ética con la que trabajamos siempre son las mismas.  Los momentos gratificantes son varios. Quizás lo que más nos sorprendió fue la doble nominación en los Premios Estímulo 2018 y ganar en ambas ternas. Centrofóbal como Medio Autogestionado y yo en Prensa Escrita. Si bien los premios no son parámetros para establecer si su trabajo es bueno o malo ya estar nominado, es decir: “Che, nos leen, nos tienen en cuenta”. Y ganarlos es hermoso.  Otra satisfacción es que colegas a los que respetamos recomiendan nuestras notas a otros colegas o que las dan para leer en sus clases a sus alumnos. También, periodistas que nos leían hasta que un día alguien nos mandó un mail y nos preguntó si podían publicar en la web, que proponen notas. Colegas que se sienten representados por el estilo que tenemos, en concreto por el medio que hacemos.

– Hace unos días relanzaron la web, ¿por qué decidieron hacerlo?

-Decidimos cambiarlo porque el otro formato había quedado viejo, estéticamente nunca nos convenció mucho, pero en su momento fue lo que pudimos realizar en base al dinero que disponíamos, porque ya ir a Rusia era toda una inversión. También necesitábamos una renovación, todo cambio genera cosas, nosotros esperábamos que nos diera más ganas de querer hacer cosas nuevas. Por ejemplo, tenemos nuevas secciones, ahora tenemos podcasts. Tenemos muy buenas historias que merecían otra presentación. 

-¿Qué recomendaciones les darías a los y las periodistas que quieran llevar a cabo un proyecto autogestivo? -No sé me ocurre algo para recomendar, pero sí desde mi experiencia puedo decirles que: sé que con un medio autogestivo se puede ganar dinero, que es por lo que trabajamos todos y todas, pero que en mi caso nunca fue una prioridad. Ser parte de esto me trajo otro tipo de réditos, igual que a mis compañeros (Además de los ya mencionados quienes también forman parte del proyecto son: Nicolás Sotomayor, Mauro Basiuk y Juan Bonacossa Gaviola). Nos leen, nos llegan comentarios, recomiendan nuestras notas. También nos roban notas y no nos citan, cuando te roban un dato o una foto, además de que es no ético quien lo hace, significa que lo que publicaste fue original y nuevo. También creo que los medios autogestivos son la puerta de entrada a otras oportunidades que se abren para que otros puedan ver mi trabajo. Es la vidriera donde muestro lo que hago.