En 2016, un chico de Lanús creó una página en WordPress para subir textos sobre fútbol: su único objetivo era compartir su visión del deporte. Más tarde se sumó otro joven, de Rosario, que a la distancia le aportó su visión táctica característica a la cuenta. Hoy, tres años más tarde, Fúlbo (@fulbo_fulbo en Twitter e Instagram) logró acumular más de 107.000 seguidores en sus redes a base de dedicación y de periodismo. Gonzalo García Bassino, el fundador de este proyecto, habla con El Equipo y explica las ventajas y desventajas de generar contenido en las redes sociales, medio por el cual conoció a Pedro Servín, su mano derecha en la página.
-¿Desde un comienzo pensaron en las redes sociales como medio de comunicación?
-Fúlbo empezó como una web, pero después la dejamos de lado para darle más asiduidad a las redes sociales. Generaban más impacto, tenían más visitas y realmente sentimos que nos caracterizaban más.
-¿Por qué «Fúlbo»?
-Es lo que se dice en la jerga argentina de los potreros. Me pareció original sobre todo porque si vos te fijás en los programas deportivos, o incluso muchas páginas que abren, tratan de ser técnicos con los nombres. Me pareció bueno pensar en el arrabal, en lo primigenio del fútbol. En lo básico, que es el potrero. El nombre viene de pensar siempre en contraste de los medios tradicionales, tratar de romper un poco esa lógica desde el contenido y desde estos detalles como el nombre. Queremos representar el juego en su esencia máxima, que es cuando empezás, cuando querés agarrar una pelota en la calle y jugar.
-¿Cómo es generar contenido para las distintas plataformas?
-Si bien preparamos contenido similar, sobre todo en los videos, el público es distinto en cada una. Hay una fidelización mayor en Instagram. Nosotros ni siquiera lo sabíamos, pero se fue dando así y, después, por las capacidades, las posibilidades y las restricciones de cada red social se hizo contenido distinto.
En mayo del 2019, Fúlbo hizo una publicación que advirtió sobre el inminente cierre de la página debido al tiempo que les demandaba y a la poca recompensa que recibían a cambio. «Nosotros buscamos hacer periodismo en un lugar tan tóxico como las redes sociales. Pero periodismo sin recibir una paga por tu trabajo no es más que una mera afición», se leía en una de las líneas del comunicado. Meses después, tras un intento fallido de ofrecer suscripciones y cientos de comentarios lamentándose por el post en Instagram, Gonzalo y Pedro debieron replantearse su decisión y pensar de nuevo en cómo seguirán de cara al 2020.
-¿En qué situación se encuentran con respecto a seguir o no?
-Estamos viendo cómo seguimos, si lo hacemos con menos frecuencia, si agregamos más gente. A fin de año vamos a hacer el balance, como todos los años, y vamos a ver de qué forma continuamos. Incuso si hay que hacer menos contenido, haremos menos, pero no es la idea, no nos gusta eso. Dejaríamos muy en claro que es porque hay que hacer otras cosas para subsistir. Lo mejor sería encontrar la forma de seguir con esta misma asiduidad. Tal vez haya menos videos, que es lo que más cuesta, pero haya más escritos y entrevistas.
-Otra de las frases de la publicación era «No somos lo suficientemente buenos». ¿Creés que el «éxito» de alguien en cuanto a la obtención de trabajo o la relevancia en los medios cae totalmente sobre qué tan bueno es?
-No. En ese momento, cuando hicimos ese posteo, estábamos muy abatidos. Hay determinadas situaciones que te hacen perder confianza y decir «la puta madre, tal vez nuestro contenido no sea tan bueno». Pero, después, en perspectiva, mirás y ves que en los medios tradicionales no vemos a los mejores, por lo menos hablando de fútbol. Pueden ser los mejores en histrionismo, en contar anécdotas, en hacer chistes, pero no como periodistas.
-¿Qué creés que tiene que ocurrir para fomentar los medios autogestivos?
-Es muy importante que se pueda monetizar en las redes sociales. Así como pasa en YouTube, tendría que ser igual en el resto, porque vos estás haciendo contenido, gastando horas. Y creo que esto no se logra porque tampoco hay una visión de los grandes medios de producir contenido propio en las redes sociales. Ahí hay un problema grande: las empresas no se toman en serio a las redes sociales para hacer periodismo. Tenemos muchos proyectos con Fúlbo, pero también están los tiempos y a veces no depende sólo de las ganas de uno, sino de otros factores materiales y personas.
-A pesar de no proporcionarles un rédito económico, Fúlbo le permitió a sus integrantes cumplir uno de sus sueños: escribir y publicar un libro de fútbol. ¿Qué es lo mejor que les permitió hacer Fúlbo?
-Estamos escribiendo un libro sobre el Liverpool junto a Pedro y otro amigo más, con quienes compartimos pasión por este equipo de Klopp y por todo lo que trae este club mágico para nosotros, por lo social y futbolístico. El libro ya se está por terminar, saldría a principio del año que viene con la editorial LibroFútbol. Estamos muy contentos. Sobre todo porque dijimos de hacerlo antes de que apareciera una editorial, antes de que saliera campeón el Liverpool. Después vinieron y nos propusieron hacerlo con ellos y nosotros, encantados. Aparte, es una editorial que consumíamos, y confiamos en ellos. Está bueno, más que nada porque pensábamos que íbamos a tener que pagar para hacer el libro. Es muy poco lo que se gana en dinero al hacer un libro así, pero no importa. Lo lindo es hacerlo.