Por Ian Rodríguez y Elián Olchansky
Diego Armando Maradona fue inspirador en innumerables cuentos, películas, canciones y hasta religiones. Inevitablemente si se pasea por la ciudad de Nápoles se sentirá la necesidad de filmar el alrededor y consultarles a los ciudadanos por su amor hacia el astro argentino. Eso fue lo que hizo Matías Pelliccioni, quien, además de ser notero en Paso a Paso y entrevistador en Líbero (ambos programas de TyC Sports), generó su medio autogestivo llamado HOVISTO!, en el cual se recopila material sobre Diego. Entre las distintas secciones, se destaca la serie documental “Enamorado estoy!”, que se publica en capítulos. Revela Pelliccioni, egresado de Deportea, que el primero ya superó las 150.000 visitas en YouTube.
-¿Cómo es el detrás de escena de HOVISTO!?
-Nació en la cuarentena estricta cuando debíamos trabajar desde nuestras casas. Al material lo filmamos en 2019 con mi amigo Adrián Clerici, también egresado de Deportea. Nunca había tenido el tiempo necesario para darle forma. Antes de la pandemia, se me ocurrió dividirlo en capítulos y, una vez encerrado en casa, fui escribiendo guiones para ir a lo de Patricio Puyo con una idea. Salió la posibilidad de vendérselo a otros canales (Netflix, Festival de Cannes, DeporTV) pero nunca cerré con nadie. Era trabajar rindiéndole tiempos a alguien y yo la verdad no estaba capacitado para hacerlo puesto que con mi labor en TyC Sports ya era demasiado. Quería que fuera un trabajo para disfrutar.
-¿Cómo empezaste a realizar el documental?
-Primero que nada le dije a un compañero que tiene una isla de edición en su casa que editara todo el material que tenía y a partir de eso salieron los Libero Versus internacionales. El plan de ir a la casa de Pato a editar era hermoso. Hasta las 17 estábamos dándole forma a las entrevistas para TV y después metíamos cuatro horas con los videos de Diego. Durante toda la cuarentena fuimos haciendo el primer capítulo con ánimos de que se publicara en el cumpleaños de Maradona, el 30 de octubre. Por suerte, lo pudo ver. Eso para mí es una estrellita colgada. Hubo momentos de disfrute y otros de estancamientos.
-¿Cómo siguió ese trabajo?
-Mi cuenta en YouTube ya monetizaba con el material de Paso a Paso que subía. Entonces decidimos publicar los videos allí. La idea es seguir creciendo, con otras secciones como la de los coleccionistas. Es como empezar de abajo de vuelta. Esto es volver a comenzar de cero, salir a ofrecer publicidad para ir financiando el día a día. Para el tercer capítulo debí sumar más gente porque no llegaba. Eso nos sirve mucho y me gusta, cada vez que se puede, retribuir el laburo de los chicos que colaboran. Yo necesito terminar la saga que prometí, no corre por el dinero.
-En época de aislamiento obligatorio, los medios de comunicación optaron por reproducir partidos viejos. ¿Qué sentiste ante esa falta de contenido?
-Me atrae más ver un partido viejo que una discusión en una mesa. No me gustan mucho lo que sale de ahí, por eso busqué hacer algo distinto. A través de la virtualidad pude entrevistar a tipos como Predrag Mijatovic, Zé Roberto, Hristo Stoichkov, Mario Yepes, Óscar Córdoba y Vicente del Bosque entre otros. Jamás lo imaginé. Por otra parte, me gusta la idea de plantear distintos debates como, por ejemplo, si está bueno que se transmita a muchos hinchas, todos juntos, en medio de una pandemia o cuestionar lo que se canta dentro de un estadio de fútbol. Me interesa mucho más la cuestión social que cualquier polémica efímera de la semana.
-¿Qué característica tenés para cumplir tu rol de entrevistador en la calle con los hinchas?
-Porque estuve en ese lugar, en el del fanático. Me siento cómodo con la gente y nunca me creí más que nadie. Me percibo como par de ellos. Me entusiasma más ese lado C del tipo que va a un bar a ver el partido de Racing por el simple hecho de salir de su casa. Yo cuando escucho una canción de cancha, se me pone la piel de pollo y quiero meterme en el quilombo, soy así. Me he metido en populares para hacer notas, no tengo ningún prejuicio. Me crié con el programa El Aguante, que si bien entiendo las críticas que tuvo acerca de su incitación a la violencia, fue lo que mamé de chico y me sirvió para hacer lo que hago hoy.
-Vos primero trabajaste en la televisión y 15 años después hiciste tu medio autogestivo. ¿Ahora cómo ves ese panorama?
-Hoy la pirámide es al revés. La idea es arrancar de algo chico que se pueda ver para que los medios convencionales lo puedan observar y a partir de eso contratar. Yo laburé en un programa de radio (“Siempre en Orsai”, transmitido en FM La Boca) con amigos. Hacíamos un producto bastante digno y sin embargo teníamos un público de culto reducido que nos seguía siempre. Lo hacíamos por diversión. En la actualidad, el material propio puede tener más alcance.
-Desde la grabación del documental ENAMORADO ESTOY hasta su publicación hubo un año. ¿Por qué?
-Desde el inicio sabía que lo iba a publicar pero al no tener constantemente la necesidad de publicar, uno no arranca. Lo fui dejando para después. En un principio solo tenía ganas de irme a Nápoles con un amigo y, una vez allá, nos obligamos a grabar algo. No sabíamos cuándo iba a salir, menos que yo unos meses después iba a conocer a Maradona cuando llegara a Gimnasia Esgrima La Plata. Cuando estuvimos en Italia, fuimos a laburar porque a todo lo que hago le pongo el 100 por ciento de mí. Soy obsesivo con el trabajo. No soy conformista, muchas veces veo reportajes que hice y me reprocho no haber preguntado ciertas cosas.