Por Guadalupe Ledesma y Facundo Villanueva
Nicolás Siko Bavoleo es periodista deportivo y en 2014, por casualidades, se topó con una jugadora de la Selección Argentina de beach handball. Y a partir de allí, su vida cambió. Al año siguiente comenzó la pasión albiceleste que finalmente terminó llamándose Kamikazes, medio autogestivo con la premisa de dar a conocer un deporte no tan difundido. Su soporte es Instagram: kamikazesbh. También es posible seguir la cuenta de Facebook: https://www.facebook.com/kamikazesbh/?mibextid=LQQJ4d. De esa experiencia potente habla con El Equipo.
-Cómo y cuándo comenzó tu camino junto a la Selección Argentina de beach handball?
-Al principio fue totalmente casual. Todo empezó en 2014. Yo, en ese momento, trabajaba para Argentina Deportes Amateur. Me tocó ir a cubrir un Vélez contra Cideco de handball indoor, que culminó algo así como 17-15 y la goleadora del partido había sido Ivana Eliges: fui a hacerle una entrevista. Luego de la nota, me contó que estaba en la Selección de beach handball: realmente no tenía idea de que existía ese deporte de hasta que un día fui a ver un entrenamiento. Al año siguiente, comencé a trabajar para ESPN manejando redes sociales y, a su vez, Ivana me contó que desde la Selección buscaban a alguien que manejara redes.
-¿Y el apodo Kamikazes cuándo surgió?
-Desde que comencé a ser el community manager de la Selección Argentina pensaba en crear un apodo que las identificara y, después del Mundial de Budapest 2016, surgió. Argentina disputaba el séptimo puesto versis Australia y el partido se jugaba con una lluvia tremenda. Las condiciones eran iguales a los entrenamientos de las chicas, en invierno en el Parque Sarmiento, de Buenos Aires. Y después de una charla técnica en la que les habían dicho a las jugadoras que tenían que defender la camiseta como unas kamikazes, se me prendió la lamparita.
-¿Qué buscabas cuando lo creaste?
-Mi sueño era que con ese nombre las identificaran. Siempre me gustó la idea de dejar la vida por la patria, en el buen sentido, y estoy seguro de que las chicas lo lograron. Actualmente creo que logré mi objetivo, se creó una identidad que me llena de orgullo.
-¿Cómo fueron los inicios? ¿Qué cambios ves a lo largo del tiempo?
-Los comienzos fueron a pulmón. Iba todos los fines de semana al Parque Sarmiento para ver los entrenamientos y ayudaba a alcanzar las pelotas. Fue durísimo la verdad. Cuando a veces habló con gente de otros países, no puede creer que una selección se entrenaba en esas condiciones, pero definitivamente eso ayudó a dar el plus en momentos claves. El gran cambio fue cuando el beach handball comenzó a formar parte de los Juegos Olímpicos de la Juventud (2018) y se creó el programa y en la cancha en el CeNARD. En ese momento se vio un quiebre y un crecimiento muy grande. Hoy todos los aficionados del deporte somos conscientes de que Argentina es potencia o va camino a eso.
-¿Cómo solventás los gastos para ir a cubrir partidos de beach handball? ¿Tenes otro trabajo fijo?
-Los gastos cuando me tocó ir a cubrir el Mundial de Budapest 2016, los World Games de Wrocław 2016 o los torneos continentales, los pagaba con mi bolsillo. Tuve otros trabajos fijos: fui administrativo, redactor creativo, community manager, siempre viví de otra cosa en paralelo con la Selección. Además, la gente del ambiente me ayudaba con rifas para recaudar. Las jugadoras y el cuerpo técnico (Salvador Comparone y Leticia Brunati) siempre me han dado su apoyo.
-Estuviste en varios momentos culminantes de la selección argentina y sos uno más del equipo en la actualidad. ¿Cómo hiciste para entablar un vínculo tan cercano con las jugadoras?
-Todas las relaciones se trabajan y se forman. Me fui ganando el espacio cuando iba todos los fines de semana a los entrenamientos en el Parque Sarmiento o en el CeNARD. Las charlas fortalecieron el vínculo. Con el pasar del tiempo, logré entablar una relación de amistad con varias y eso se va pasando de generación en generación. Las nuevas camadas de jugadoras respetan el trabajo. Es una relación recíproca basada en el respeto y la pasión.
-¿Pensaste en algún momento en abandonar la página? ¿Actualmente qué es lo que las motiva a seguir adelante?
-Muchas veces pensé en dejar la página. Realmente, es mucho sacrificio económico y mental. A veces las relaciones se agotan y se necesita tomar distancia. En 2019 quise dar un paso al costado y las propias jugadoras me insistieron para seguir. Actualmente estoy con otro rol, pero siempre que pueda aportar mi granito de arena para difundir el deporte lo haré. Lo que más me motiva es ver a Argentina crecer.
-¿Con qué soñás a futuro en cuanto a la difusión del beach handball en la Argentina? ¿Y con la Selección?
-Principalmente sueño con que el beach handball sea potencia, que haya en cada rincón del país mini kamikazes y que los hinchas argentinos sigan a la Selección. Otro anhelo que tengo pendiente es que el beach handball sea olímpico y que Argentina gane un Mundial. Me apasionaría vivirlo desde adentro. También, me encantaría que a la pagina y a las jugadoras les lluevan sponsors, que todos quieran sumarse al crecimiento de este deporte.