La importancia de la condena periodística

El 1 de septiembre de 2022, la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner sufrió un ataque en la entrada de su casa, ubicada en la esquina de las calles Juncal y Uruguay en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Fernando Sabag Montiel, un hombre de 35 años de nacionalidad brasileña, le gatilló enfrente del rostro mientras la funcionaria saludaba a sus simpatizantes que se habían acercado a visitarla. Sin embargo, el disparo efectuado por la pistola BersaLusber 84 no salió y el ataque quedó como un intento de homicidio. El sospechoso fue detenido en el acto por la policía.

Al ser una persona que ejerce cargos públicos y que posee una gran importancia en la sociedad argentina, el caso de Cristina pasó a ser un tema central en los medios de comunicación. Fue un hecho que no solo impactó en el ámbito nacional, sino que tuvo una gran relevancia alrededor del mundo. Se lo ubicó en la agenda de todas las empresas periodísticas que ejercieron su libertad de prensa para hacer eco del suceso, y hasta provocó que el presidente, Alberto Fernández, decretara un feriado nacional. El acontecimiento no terminó allí. Pasado un tiempo, se descubrió que el ataque fue premeditado no solamente por Montiel, sino que estaba acompañado por un grupo de personas llamado Revolución Federal.

Luego de este suceso, la agencia de noticias Télam publicó una noticia en la que aseguraba que el atacante, Sabag Montiel, contaba con un Certificado Único de Discapacidad que había sido secuestrado por la Policía al momento de revisar su vivienda en la búsqueda de pruebas. Sin embargo, este hecho no cumplía con la función de informar con la verdad, al ser falso. El mismo medio, más tarde corrigió la nota con el error modificado. En ella, sostuvieron que había «un certificado de discapacidad que resultó ser falso y estaba hecho a nombre del detenido como si hubiera sido expedido por la Junta Evaluadora de Quilmes». Lo mismo ocurrió con el diario Perspectiva Sur, que se basó en la noticia publicada por Télam. Luego debió corregir sobre la marcha utilizando un copete que indicaba «AFIRMAN QUE ES FALSO», en referencia al certificado mencionado, tras haber dado por hecho lo que habían hallado.

Tanto el periodista que realizó la nota como el editor, en ningún momento hacen la autocrítica respecto de la información que publican y dieron por hecho que Montiel poseía ese certificado. Dicho documento es público y válido en todo el país, certifica la discapacidad de la persona, permite ejercer los derechos y acceder a las prestaciones previstas en las leyes nacionales 22.431 y 24.901. La evaluación es realizada por una Junta Evaluadora interdisciplinaria que determina si corresponde la emisión del Certificado Único de Discapacidad.

Esta noticia que duró más de una semana en los medios, ocupó cientos de comentarios en página web y fue tendencia en un twitter que estaba naciendo, el público masivo que tiene este tipo de red social mostró su lado inmoral, tratando de contar primicias erróneas o que nunca existieron.

Este inconveniente entre el periodista y el editor se pudo haber evitado si se hubieran utilizado fuentes de información confiables que les ayudaran con la veracidad de la noticia. Al no hacerlo, no les quedó alternativa que utilizar los datos que poseían. Otra problemática de esta nota y del accionar del medio se basa en que no se cumplen los requisitos que exigen el derecho a la rectificación luego de la publicación de la misma. Para que se efectúe la autocrítica deben acatarse tres cuestiones: la primera es que se tiene que publicar de manera rápida, luego tiene que ser en un espacio similar al utilizado en la nota cuestionada y por último tiene que tener sinceridad. Solamente se cumplen las primeras dos y en ningún momento se encuentra veracidad cuando vuelven a publicar la nota. No dejan en claro que cometieron una equivocación y simplemente volvieron a subirla con el error causado, nada más que eso.

Otro caso de fake news relacionado con el tema de la nota anterior, en el que se vio vulnerado el derecho a la información -que le pertenece a la sociedad-, es el de La Derecha Diario. Éste se dio porque publicaron una noticia en la que acusaban al medio C5N de haber cargado la nota sobre el intento de magnicidio a Cristina Fernández de Kirchner cinco horas antes de lo sucedido, dando a entender que todo fue planeado.Como resultado de esta noticia, quedó en evidencia que La Derecha Diario quería sostener su relación con la oposición y desechó lo primordial del periodismo al no informar lo más objetivamente posible.

Ante este hecho, el medio de comunicación Página/12 realizó una autorregulación y desestimó lo que había publicado dicho diario, haciendo hincapié en cómo a través de la libertad de prensa que tiene el periodismo, se tergiversan los datos y se fomentan distintas teorías sobre lo sucedido, afectando de manera directa nuevamente al derecho a la información.

Por medio de este intento de magnicidio, quedó en evidencia la gravedad que tiene el divulgar noticias que están basadas en el poder y los intereses de las empresas periodísticas y como estas publicaciones terminan llevando una bajada de línea. Teniendo la posibilidad de realizar una autocrítica amparándose en el derecho a la rectificación, tampoco se hace uso de esa opción deontológica. Los casos citados parecen ser una convocatoria a una regulación periodística en la cual deben participar periodistas y ciudadanos tratando de recuperar el valor de decir la verdad lo más objetivamente posible.

Fuentes:

Becerra, H.O. Cuaderno de Ética.