Los escritores de Carlovich

Por Tomás Oppenheimer y Juan Manuel Patricio

Facundo Paredes y Ariel Gómez han realizado una exhaustiva investigación para relatar los acontecimientos ocurridos en el histórico partido del 17 de abril de 1974, cuando la Selección Argentina enfrentó a un combinado rosarino en un amistoso que terminó con una derrota por 3 a 1. En esa noche, la figura indiscutida fue Tomás «El Trinche» Carlovich, el único jugador que, en ese entonces, se desempeñaba en el fútbol del Ascenso. Con el paso del tiempo, se han forjado mitos y leyendas en torno a ese acontecimiento y es precisamente en su libro “La noche del Trinche”, publicado por Ediciones Al Arco, donde ambos periodistas, que viven y trabajan en Rosario, se encargan de exponer aquellos hechos, reviviendo la historia y el misterio que rodea aquel encuentro.

-¿Qué los motivó a llevar a cabo esta investigación y cuál fue su objetivo principal cuando empezaron a realizar este proyecto?
Ariel: -Ese partido, en Rosario, tiene toda una mística y una historia, todo un relato construido alrededor. La idea siempre fue la de tratar de ver que si todo lo que se contaba, por lo que uno escuchaba en los relatos y hasta leía en las notas periodísticas, realmente había sucedido. Casi todos decían lo mismo, ¿no? Que el Trinche la había roto toda, que el combinado de Rosario le había pegado un baile bárbaro a
la Selección, que la cantidad de gente que había, bueno, uno de los mitos mayores de ese partido era si realmente había ido alguien de la Selección Argentina en el entretiempo a pedir que lo sacaran al Trinche. Hubieron muchas de esas preguntas que nos empezamos a hacer con Facu y dijimos “Esto es un libro”, y como se acercaban los 50 años de ese partido consideramos que era el momento. El objetivo del libro básicamente era responder esas preguntas. Tampoco era la idea de romper ningún mito, por eso la bajada del libro se llama “Mitos y verdades de un amistoso histórico” porque muchas de las cosas que se decían dentro de ese relato son verdades y hay otras que no.

Facundo: -Más allá del objetivo primordial con el que arrancamos la investigación, surgieron temas secundarios que fueron apareciendo durante la investigación. Cuando arrancamos, recuerdo, el pensar en qué momento volvió a ser o se volvió a hablar de ese partido, fue un objetivo que descubrimos a medida que avanzaba la investigación.

-¿Cuáles fueron los primeros puntos a realizar en la obtención de la información?
Ariel: -Lo primero fue hacer un trabajo de investigación importante en cuanto a fuentes y bibliografía, sobre publicaciones que podrían llegar a hablar del Trinche, que realmente es bastante limitado el tema de cantidad de libros. Después fuimos a muchas bibliotecas, hicimos recolección de diarios, revistas, todo acá en Rosario, en la Biblioteca Argentina. Hubo un momento en el cual ya la Biblioteca Argentina se nos agotó, y veíamos que necesitábamos algo más, entonces nos fuimos a la Biblioteca Nacional de Buenos Aires y a la Biblioteca del Círculo de Periodistas Deportivos, ahí metimos todo un día completo y
terminamos más o menos de completar lo que necesitábamos. Hicimos entre 35 y 40 entrevistas a jugadores que participaron del partido, colegas que estuvieron esa noche trabajando, público, genuinamente, en donde todos te decían “yo estuve en la cancha”. Después hay cosas que te van surgiendo. Las investigaciones se planean, se arman, se estructuran, pero obviamente que después van apareciendo cosas que te corren del eje, o que te van yendo a buscar cosas que a lo mejor no lo tenías pensado porque no lo sabías en el comienzo de la investigación.

Facundo: Los primeros puntos fueron ir a eso que se hablaba, investigar sobre lo que se decía, sobre los mitos que ya conocíamos, sobre todo de versiones periodísticas, eso fue lo primero, a ver qué había pasado, ponerle un poco de datos y rodear esos mitos. Por eso, un poco queremos decir que una cosa es lo que planificamos al principio, como que arrancamos a preguntarnos, y que eso, a medida que avanzamos, fue cambiando y apareciendo nuevos datos, nuevos caminos para llenar esta historia.

-¿Cuánto tiempo les llevó ese proceso hasta empezar a escribir el libro? ¿Les fue complicado adquirir todo ese material de archivo?
Facundo: -Estuvimos un montón, un año aproximadamente, buscando, investigando, por supuesto que el proceso de la escritura fue lo último. Una vez que teníamos todo el material, no sólo investigado, sino también procesado, empezamos a seleccionar las cosas que nos servían y las que no. Después, cuando empezamos a escribir, sentíamos que nos faltaba un dato sobre algo que tenía que estar, entonces volvíamos, dejábamos un rato la escritura y regresábamos a la investigación, o las dos cosas a la vez. En líneas generales, hubo una mecánica, es decir, primero la investigación, después las entrevistas y luego la escritura.

Ariel: -Y todo esto encima en el medio de nuestras vidas, porque Facundo tiene tres laburos, yo tengo otros tres, también está la familia, toda la cuestión de la vida de cada uno, entonces, además le habíamos agregado este trabajo del libro, por eso la verdad que no fue fácil en ese sentido. Con Facundo somos compañeros en Radio Nacional Rosario, así que nos veíamos todos los días, y obviamente era vernos, decir “hola” y ponerse a hablar del libro. Eso era algo que creo que estuvo bueno porque estábamos siempre con el libro en la cabeza. Nosotros el libro lo empezamos a pensar a finales del 2022 y en febrero-marzo del 2023 Andrés Burgo, que es un amigo de los dos, justo empezó a dar un taller de escritura de libros deportivos. Ese taller nos ayudó un montón porque entendimos, cómo mientras íbamos investigando, qué hacer con todos los datos que íbamos recopilando, cómo
ordenarlos, cómo manejarlos. Creo que Andrés es un tipo recontra generoso, el mejor periodista de mi generación y por eso le pedimos que nos escribiera el prólogo.

Facundo: -Yo tenía los horarios de laburo bastante organizados, entonces, ya sabía que los fines de semana tenía un tiempo y eso sirvió un montón porque no era hacerlo cuando uno podía, sino ya como ponérselo como un laburo más. En mi caso, me pedí un mes de vacaciones y le dediqué día, noche y madrugada si hacía falta a la hora de escribir, que considero fundamental el tener un tiempo dedicado exclusivamente. Yo puedo llevarlo a cabo sabiendo que voy a contar de 5 o 6 horas seguidas para poder hacerlo.

-Al realizar una investigación sobre un partido que ocurrió hace 50 años, en una época donde los medios de comunicación no estaban tan desarrollados como ahora, ¿qué complejidades tuvieron a la hora de recolectar esa información?

Facundo: -Que había muchas. Fue un tema el qué hacer con toda esa información, más allá de que teníamos una guía por dónde ir. El libro va más allá de los 90 minutos del partido, pero si o si teníamos que incluir lo que sucedió en el lapso de ese tiempo y uno de los temas por ahí era hasta dónde desviarse de esos 90 minutos. Obviamente debíamos contar la historia del Trinche que era el protagonista estelar de la noche, pero hasta dónde, no queríamos que el libro se convierta en una biografía de él. También, había que dar contexto de la Selección Argentina que estaba por disputar un Mundial, pero sin salirse del partido. Fue algo de lo que conversamos y pensamos mucho, hasta dónde correrse cómo estaba la Argentina, cómo estaba la AFA políticamente. La idea siempre fue salirse un poco, desviarse un poco, pero no lo suficiente para no perderse y siempre volver a ese partido. Esos 90 minutos, incluido el entretiempo, nos resultó más fácil porque estábamos contando lo más fuerte del libro, lo que pasó las horas antes y las horas después.

Ariel: Sí, algo que también deseábamos hacer fue contextualizar la situación política del país, pero tampoco quisimos que se convirtiera en un libro de historia argentina. Había que poner un límite pero sin dejar de contar lo otro y me parece que eso en el libro se cumple.

-Anteriormente mencionaban que se toparon con contradicciones en las entrevistas, ¿cómo trabajaron con esas diferentes versiones? ¿Les provocó una especie de desorientación en el transcurso?
Ariel: -Creo que la clave fue que primero fuimos a todo lo que era diarios, revistas y después ahí empezamos con las entrevistas El libro tiene una historia dentro que es muy linda sobre qué ropa usó el combinado de Rosario esa noche porque nos dimos cuenta que nadie sabe de qué color era la camiseta que usó el equipo y una de las preguntas que le hacíamos, sobre todo a los jugadores y a los periodistas que habían estado, era sobre el color de la camiseta y no hubo ninguno que dijera cuál era el color, exceptuando uno que en realidad no es que lo dijo sino que aportó algo que nos consolidó lo que nosotros sabíamos. Creo que algo positivo del libro es mostrar esas contradicciones porque vos lo que tenés que hacer es mostrar el paso del tiempo, porque transcurrieron 50 años y es lógico que no se acuerden, así que las contradicciones y los olvidos eran recurrentes.

Facundo: -Más allá de buscar la verdad de esa noche quisimos hacer una especie de relato oral de poner todas las voces, por más que lo que digan sea falso. Sobre el hecho de la camiseta, nosotros ya sabíamos como era porque fue un dato al que accedimos bastante temprano en la investigación y la idea no era decir “no, esto que nos dicen no nos importa porque nosotros sabemos que no es así”, justamente al contrario, queríamos contar las confusiones, hablar de la memoria, por eso no nos interesaba solo saber la verdad porque es un libro que tiene mucha leyenda, mucho mito, entonces la idea era contar y llenar de datos ese mito, que incluyen por supuesto las confusiones. Las exageraciones de eso se trata justamente de los mitos, lo que hicimos fue intentar conectar esas historias que nos decían los entrevistados, o sea jugadores, públicos, periodistas y hacerlas encajar de
alguna manera con el archivo y después a través de eso si había cuestiones que se conectaban lo contábamos nosotros y sino, el archivo también nos podía servir para desmentir o poner en duda lo que nos decían. Muchas veces el archivo nos sirvió para contar cosas que los entrevistados no tenían la más pálida idea, como por ejemplo que hubo un partido previo, cuando le leíamos las formaciones del diario y decíamos su nombre y apellido los tipos nos decían “no lo puedo creer, me están volviendo loco”

-¿Qué importancia tuvieron los medios de comunicación a la hora de reconstruir los hechos? ¿Su contribución ayudó a develar mitos o a aportar datos que se desconocían?
Ariel: -Acá en Rosario el medio más importante es el Diario de la Capital, es histórico porque fue fundado en 1867, sin embargo durante todo abril de 1974 el diario no salió por problemas gremiales. En ese momento había otros diarios en la ciudad, así que fuimos a Tribuna y a Crónica Rosario, de donde pudimos sacar bastante material. También nos acercamos a la Biblioteca Nacional a buscar Clarín, La Nación y La Prensa, que ahí también nos aportaron mucho.

Facundo: -Los medios de esa época fueron claves porque contaron ese partido cuando todavía no era leyenda, ni era mito, ni siquiera era histórico, lo contaron cuando era un partido amistoso más, y eso a nosotros nos sirvió, fue para mí una de las claves más importantes del libro, poder acceder a ese partido despojado de la leyenda y de los mitos.

-¿Consideran que la cobertura médica que hubo en ese partido generó que se crearan mitos y leyendas del mismo con el pasar de los años?
Facundo: -Sí. Me parece que esa noche tuvo varios condimentos para transformarla en mito y leyenda. Era una noche en la que venía la Selección Argentina, a falta dos meses para el Mundial del 74, a jugar contra un combinado de Rosario donde habían cinco jugadores de Newell´s, cinco de Rosario Central, que nunca habían jugado juntos, y una de las figuras de ese partido era un jugador del ascenso, como el Trinche, al que por ejemplo no le gustaba mucho hablar, que no salía en los diarios. Entonces, me parece que esa noche tiene condimentos especiales para que después tomen la condición de mito, porque cuanto menos información certera hay, para los mitos y leyendas, mejor. Si toda esa época y toda la vida del Trinche hubiese estado filmada o seguida de cerca a través de redes sociales, de gente que va a la cancha y lo filma con el celular como pasa ahora, seguramente hubiese perdido todo ese relato.

-¿Consideran que hubo alguna pregunta de investigación que no pudieron responder? ¿Algún mito que no pudieron confirmar o desmentir?
Facundo: -Nuestra propuesta nunca fue ensañarnos con los mitos para desmentirlos, sino más bien mostrarlos usando la herramienta narrativa para cotar los partidos. Una de las preguntas más recurrentes fue lo del entretiempo, ¿qué pasó en el entretiempo? Se dice que al Trinche pidieron sacarlo porque estaba jugando muy bien y lograr atenuar un poco la humillación. Eso dice el mito. A los entrevistados les preguntamos y surgieron varias versiones, por ejemplo nos encontramos con muchos que nos dijeron que había ido alguien de la AFA, otros que era el entrenador de la Selección y otros directamente no lo recuerdan. Los medios de la época no dicen nada al respecto, lo cual uno puede llegar a intuir que es parte del mito, pero la idea fue rodearlo con datos de eso, y poner las voces, las que nos dicen que sí, las que nos dicen que no, y las que nos dicen que no se acuerdan, eso nos
pasó con casi todos los mitos.

-¿Qué consejo darían a periodistas para llevar a cabo una investigación con la magnitud que tuvo la de ustedes?
Ariel: -Me parece que hay algo que es importantísimo, que es que hay que ser curioso y hay que hacerse preguntas todo el tiempo. Para todo eso considero fundamental leer porque es la base de un montón de cosas del periodismo y eso te da el poder saber, y el poder saber te da la chance de empezar a tener dudas, y empezar a tener curiosidad por algunos temas o alguna situación. Esas situaciones y curiosidades son las que después te terminan disparando el escribir un libro, una nota. Seguramente, si estudian periodismo, hay algo que les interesa, bueno, lean sobre ese tema. Me parece que es importantísimo, sumado al ser apasionado y amar la profesión.

Facundo: -Coincido y me parece que la lectura es fundamental. Nadie escribe un libro sin antes leer. Desde el mejor escritor hasta el peor escritor de todos han leído. El trabajo es otra cosa clave. A nosotros nos pueden acusar de que este libro es aburrido, está mal escrito, es feo, pero de algo que no nos pueden decir es que tiene mucho laburo.