Ponerse la camiseta del medio

Por: Lucas Apolo, Tomás Kunz y Nicolás Schiavone

Según los códigos de ética, el valor esencial que los periodistas deben resguardar siempre es decir la verdad lo más objetivamente posible. Sin embargo, muchas veces los grandes medios, entregados a intereses económicos, políticos o sociales, limitan a sus trabajadores en el ejercicio de la libertad de expresión.

El lunes 30 de octubre el comunicador Fabián De María, especializado en Racing Club, estaba por realizar la mejor entrevista de su carrera con el mediocampista colombiano Juan Fernando Quintero para DirecTV Sports cuando recibió un mensaje proveniente del Departamento de Recursos Humanos de Torneos y Competencias citándolo para una reunión urgente en la que posteriormente iba a ser despedido sin causa.

El periodista comenzó a buscar explicaciones en las instalaciones de la empresa en la que trabajaba desde hacía más de seis años y un superior, a quien protegió ofreciéndole reserva mediante el secreto profesional, le dio a entender que el despido se debía al malestar que generó su presencia en El Loco y el Cuerdo, programa número uno en cuanto a reproducciones del streaming nocturno argentino realizado por Flavio Azzaro junto a Andrés Ducatenzeiler, ex presidente de Independiente, en su canal de Youtube; sumado a que tampoco gustaban las opiniones que De María expresaba libremente en su perfil de Twitter sobre algunos malos manejos del institución de Avellaneda.

En primer lugar, días antes al episodio del despido a Fideo (como lo apodan sus amigos y conocidos por tener el mismo su apellido que el del futbolista rosarino Ángel Di María), se le generó un dilema ético cuando su amigo Azzaro lo invitó a participar en su programa. Acerca de la invitación, Fabián comentó que le gustaría estar, ya que comparte los mismos ideales y creencias que Flavio y se siente cómodo expresándose en aquél espacio, pero imaginaba que si participaba del mismo ello podría no caer tan bien en el medio en el que ejercía su labor. Por lo tanto, tuvo que decidir entre lo que actualmente la profesión impone como moralmente correcto, lo cual significaba agradecer por el interés pero desestimar la propuesta o seguir sus impulsos, ideales y valores y aceptar la invitación. Finalmente, tras un análisis exhaustivo de la situación, terminó optando por la segunda posibilidad.

La cláusula de conciencia es el derecho de todo profesional de la información conducente a garantizar su libertad frente a los cambios de orientación de la línea editorial del medio o la imposición de la organización de trabajos contrarios a sus principios ideológicos. De este modo, De María la ejerció al sacar un comunicado en sus redes sociales (Instagram y Twitter) mostrando su repudio, descontento y desacuerdo con el accionar de los directivos de Torneos y Competencias al echarlo sin darle explicaciones acerca de los motivos por los cuales se llegó a esta decisión.

A su vez, la censura que va en contra de la libertad de expresión del periodista y es la omisión por parte de otro con el objetivo de impedir o limitar una opinión. Hecho que sin duda se vio ejecutado por parte de DirecTV Sports, al quitar permanentemente del aire a Fabián por el simple hecho de que no quieran que se exprese libremente enfrente de las cámaras y los televidentes contando tal y como eran los sucesos que ocurrían puertas adentro en el día a día del conjunto de Avellaneda.

Por otra parte, la emisora tampoco respetó la libertad de expresión, que es el derecho de emisión por parte de los periodistas. De María no tendría porque no poder expresar en sus plataformas digitales lo que piensa con respecto a distintos lineamientos de Víctor Blanco, presidente de la institución académica, y su respectiva comisión directiva, ya que el derecho a la información protege la libre difusión y acceso a la información veraz que tienen los ciudadanos respecto a hechos de relevancia pública, como en este caso, que los hinchas genuinos del club puedan estar al tanto de los manejos de sus dirigentes con total claridad y transparencia.

Ante la situación, fueron muy pocos los colegas que se solidarizaron con el recientemente despedido. La mayoría de los que lo hicieron son quienes ejercen un periodismo autogestivo y, al trabajar para ellos mismos, no tienen jefes que les marquen una línea a seguir o una idea de trabajo. Es por esto que ninguna persona de las grandes compañías televisivas se arriesgó en mostrar su apoyo ante dicha injusticia, por temer de lo que podría pasarles por solidarizarse con un compañero. Un fiel reflejo del miedo que muchas veces surge en el ambiente.

Lo que intenta demostrar esta cobertura periodística es que los medios deberían respetar más los trabajos que realizan sus profesionales sin limitarlos ni silenciarlos. Omitir información o contar un hecho sin la totalidad de los detalles es irresponsable para con el público que debe y merece recibir información verídica siempre.

Fuentes

· H.O. Becerra: Cuaderno de Ética.

● El Loco y el Cuerdo – Episodio 112 (a partir del momento 3:21:00 del programa que es cuando llega Fabián de invitado para hablar)

● Comunicado de descargo de Fabián De María en X (@fabian_dm)

https://twitter.com/fabian_dm/status/1724479304535334994?s=48&t=-YKKg7uZYcgaWMJPvH-dbg

● Entrevista que Fabián De María le realizó a Juan Fernando Quintero

https://www.youtube.com/watch?v=AphYkO5zX6c