Se abre el debate ético en Twitter 

Por Matías Lavalle, Lorenzo Porfilio y Franco Yapura  

A fines de abril de 2022, Twitter aceptó la oferta de Elon Musk, fundador de SpaceX y Tesla, por 44.000 millones de dólares para convertirse en el nuevo dueño de la aplicación. A pesar de que actualmente no haya noticias acerca de cuándo esto se llevará a cabo, Musk ya dejó saber qué cambios desea efectuar en la aplicación y los motivos por los cuales decidió realizar semejante inversión.

Tal como explicó el fundador de SpaceX y líder de la marca de autos Tesla, quien ya venía realizando inversiones superiores a los dos billones de dólares en las acciones de Twitter, el deseo por comprar esta aplicación surge “porque creo en su potencial –aseguró- para ser la plataforma de la libertad de expresión de todo el mundo y considero que ésta es un imperativo social para una democracia que funcione”.

La llegada de Twitter en 2006 marcó un antes y un después en la comunicación de las personas. Hasta ese momento, no existían espacios en los que, tan fácilmente, los ciudadanos pudieran comunicarse y alzar la voz para millones de individuos. De esta manera, Twitter fortaleció también el cumplimiento del derecho a la información.

En base a sus declaraciones, el impacto social de Twitter fue lo que impulsó a Elon Musk en la compra de la aplicación. Además, el multimillonario sudafricano recalcó en reiteradas oportunidades que su deseo es “convertir a Twitter en una plataforma para la libertad de expresión”. A partir de este comentario, podemos deducir que Elon, por ejemplo, permitirá que usuarios que hoy en día son censurados -dado que tienen prohibido usar la aplicación- cuenten con la posibilidad de twittear libremente. Otra conclusión a la que se puede llegar en base a la declaración del fundador de Tesla es que no habrá palabras censuradas. Actualmente, si un usuario de Twitter utiliza ciertas palabras que pueden sonar ofensivas o causar algún daño, éste automáticamente será suspendido de la aplicación; incluso, podría ser directamente bloqueado y no poder volver a twittear con su cuenta.

El caso de Donald Trump con la red social fue uno de los primeros casos que abrió las puertas sobre la censura. Hubo muchos debates sobre si lo que hacía Twitter era proteger posibles incitaciones a la violencia o una censura directa. Para un sitio que se da a conocer como un lugar donde todo se puede comentar libremente, el haber bloqueado al Presidente de Estados Unidos fue visto como un acto político en contra de él, además de abrir ciertas ideas. Preguntarse, por caso, si lo pudieron hacer con un hombre de semejante poder, qué le queda al resto.

El ex presidente de Estados Unidos se encuentra bloqueado de las redes sociales, luego de que ellas lo vetaran por sus mensajes en el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, aunque Trump terminó decidiendo crear su propia red social Truth Social (Verdad Social), en la que su objetivo enunciado es “luchar contra las grandes tecnológicas de Silicon Valley, que han usado su poder unilateral para oponerse a voces en Estados Unidos”.

Twitter es la red social en la que parece brillar el derecho de información, ya que cualquier persona puede escribir y fundamentalmente dar información o su opinión y ser leído por otro, claro que sin el necesario proceso de verificación sobre si lo que dice es verdad o no.

La libertad de expresión es otro concepto que se aborda en la red social del pájaro, dado que, como cualquier persona puede escribir, los periodistas también pueden reflejar noticias o subir aquellas notas que sus medios no quisieron publicar, lo cual da lugar a la cláusula de conciencia, donde el periodista –invocando el interés público- ya no necesitaría ir a otro medio para publicarla, sino que puede compartirla por Twitter.

Siguiendo con el tema de los periodistas y el poder compartir notas en la red social, Twitter ahora avisa cuando supone que la información de la nota compartida a la que se está entrando podría tratarse de una fakenews, pero acá estamos al borde de otro intento de censura, ya que la gente al leer esto puede no entrar a la página o leerla por simple curiosidad pero no creerle, aunque acá la pregunta es: ¿Con qué elementos analiza Twitter la nota para saber si es falsa o no?

Otro rol clave lo tienen los haters, aquellos que critican a través de las redes sociales, puesto que hacen una autorregulación constante a otras personas, especialmente a famosos, aunque Twitter también da la posibilidad de responderles, por lo que abre la posibilidad de un derecho a réplica, dependiendo de la situación.

En última instancia, pero no menos importante, está la forma de entender los mensajes, por lo que podríamos interrogar las teorías de la comunicación, en función de que el receptor de aquel tuit no lo entiende de la forma pretendida por el emisor, aunque hay dos posibilidades: El mensaje no fue claro o el receptor tiene un pensamiento y/o idea propia, por lo que lo entiende de una forma diferente.

Fuentes:

Becerra, Héctor O.: Apuntes de ética y deontología periodística