Spotify ya es un medio

Por Jorge Búsico (*)

El reportaje más visto en la historia de la televisión estadounidense fue en 1993, cuando 62.300.00 personas siguieron la entrevista de Oprah Winfrey a Michael Jackson. Las otras dos que completan el podio también ocurrieron en la década de 1990 y, buen dato, también tuvieron a mujeres en el rol de entrevistadoras: Diane Sawyer a Michael Jackson y Lisa Marie Presley (1995, 60 millones de espectadores) y Barbara Walters a Monica Lewinsky (1999, 48.500.00). En cuarto lugar aparece la de David Frost a Richard Nixon (1977, 45 millones), que fue llevada al cine en 2008 (Frost/Nixon; no se la pierdan).

Hace unos días, Oprah Winfrey entrevistó también por televisión al príncipe Harry y a su esposa Meghan Markle: la vieron en directo 17.100.000 personas. Quedó en el puesto 14 del ranking mencionado en el primer párrafo. ¿Significa que la televisión perdió audiencia? Sí. ¿Y que también perdió poder? No. Lo que pasó a partir del nuevo milenio es que aparecieron las redes sociales y las nuevas plataformas. Oprah tiene 44 millones de seguidores en Twitter y casi 20 millones en Instagram: entre las dos reúne la cifra de la gente que vio la entrevista a Michael Jackson en 1993, 28 años atrás.

El reportaje al hijo menor de Lady Di fue reproducido no sólo por las redes de la periodista, una de las personas más influyentes en la cultura de los Estados Unidos, sino por YouTube y Spotify. Allí encontrarán cientos de videos y audios, que siguen circulando sobre todo por el impacto que produjeron las denuncias del matrimonio sobre el racismo en la Casa Real. Por lo cual podemos deducir, finalmente, que es muy probable que la audiencia haya superado largamente a aquellos 62.3 millones de 1993. Se lo llama viralización.

Días atrás escribí en Facebook que Spotify ya era un medio. “¿Te animás a escribir sobre eso para el newsletter?”, me preguntó Ariel. Aquí estoy. Empecé por el ejemplo de los reportajes televisivos porque de algún modo creo que se engancha con la idea. O sea, de cómo nos podemos informar (o desinformar) cada vez más por circuitos cuya oferta principal es otra. Voy al caso del rugby, que es el deporte del cual escribo regularmente. En Spotify encuentro en un podcast a Jonny Wilkinson hablando de técnica y de entrenamiento mental; en YouTube, al programa The Next Level, con datos e información precisa del seleccionado de Inglaterra. Periodismo de alto nivel, difícil de encontrar en los medios tradicionales.

Pero me centro en Spotify, que cada vez aloja más podcasts periodísticos. Es la plataforma musical más extraordinaria que se ha creado, pero también un gigante de contenidos que aloja a medios, grandes y chicos. Sin costo, todavía.

Semanas atrás acudí a una charla online sobre periodismo en tiempos de pandemia que brindaron dos periodistas del diario El País de España. Se concluyó que el periodismo verdadero no ha cambiado. Sigue siendo el que se hace en la calle, yendo a las fuentes, chequeándolas una y otra vez, con precisión, claridad y, sobre todo, honestidad. Ahora, el desafío es dónde lo volcamos en estos tiempos. Y cómo valoramos económicamente nuestro trabajo. Los colegas españoles contaron que el soporte principal para el que trabajan es el diario de papel, que es también con el que se sienten identificados, pero que entienden que la llegada a la gente cada vez más circula por otros caminos. Y que el podcast es poderoso en ese sentido. El que se baja en la plataforma del diario y que también se reproduce en Spotify. Hay que prepararse y adaptarse. Nunca hubo otra fórmula mejor.

Si bien nada es tan categórico como se pronostica –los diarios se siguen vendiendo, menos, pero muchos genios ya los daban por muertos; los libros en papel y las librerías siguen vivas, ya que el formato electrónico no se impuso como se anunció- está claro que para hacer buen periodismo hay que buscar otras plataformas. Sigo con España. Un amigo me recomendó un medio: Gabinete de curiosidades ( https://www.gabinetepodcast.com). Está armado en formato de podcast y es maravilloso. El episodio 4 de la segunda temporada, llamado “Un momento, eso es absurdo”, detalla cómo funcionan las fake news y las campañas de desinformación, antes y ahora, pero cómo en estos tiempos, Facebook se ha convertido también en un vehículo peligroso para las democracias. Nuria Jérez, su autora, termina el capítulo apelando a apoyar al periodismo honesto. No se lo pierdan. También está en Spotify, donde, claro, también están los programas de Oprah Winfrey.

(*) Director de TEA y Deportea