Victoria Crivelli: “Seguimos formando parte de un circuito donde prima el machismo”

Por Federico Pineda y Matías Cavallero

Victoria Crivelli es la coordinadora de marketing en Ferro Carril Oeste, juega en el equipo de handball de la institución y participó de los últimos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016 con la Selección Argentina. Además, fue nominada a los SportBiz Awards Latam 2020 en la categoría Líder Deportivo/a del año. Gracias a esa labor que desarrolla en el club, puede disfrutar de un deporte que, hoy en día, es amateur.

-¿Cuál es la importancia del marketing aplicado al deporte?

-Muchísima. No es casualidad que las ligas que manejan más activos económicos en el mundo sean las que más estén explotadas a nivel marketing, como la NBA, la NFL. Influye muchísimo el trabajo que se realiza ahí. Primero, es una cuestión de visibilidad y, después, es conseguir que las marcas acompañen el crecimiento de esas disciplinas. Todo va de la mano porque ese crecimiento implica un desarrollo económico, el acompañamiento de las marcas implica hacer más profesional al deporte. Es un circuito que termina cerrando y le da más visibilidad.

-Hace unos meses, Agustina Boyesuk, jugadora de vóley en la Selección y Estudiantes, contaba que a ella le gustaba el básquetbol más que el vóleibol, pero no lo jugó porque no estaba tan desarrollado y por eso se inclinó por ese deporte. ¿Qué influencia cobra el marketing en el desarrollo y la mejora de una disciplina dentro de una comunidad?

-Trabajar en marketing dentro de algo que hice toda mi vida hace mucho más llevadera la realización de las estrategias de marketing y comunicación. Además, trabajar en un club como Ferro que conozco tanto, hace tanto tiempo, me permite encontrar cuáles son aquellas cosas que resultan atractivas para los socios, o para los potenciales socios, para salir a buscar nuevos y hablar de los diferenciadores de nuestro club.

-¿Qué aprendizaje hiciste en Río 2016 como jugadora pero que también te sirvió y te sirve para el marketing?

-Río 2016 me permitió experimentar como deportista algo que no había vivido en mi vida. Estaba las 24 horas viviendo y sintiéndome como una deportista de alto rendimiento. A nivel marketing, los Juegos Olímpicos, si bien tienen sus limitaciones porque no es tan fácil exhibir marcas, todo lo que acompaña al Comité Olímpico Internacional (COI) es un grupo de socios y aliados comerciales que están muy presentes. Powerade es uno de los aliados del COI junto a los Juegos y todos los deportistas teníamos una tarjeta que nos habilitaba a abrir las heladeras para sacar la bebida que quisieras tomar en cualquier momento del día.

-¿Qué notaron de la cobertura mediática en el Preolímpico de handball, más allá de la pandemia? ¿Reconoces avances en ese sentido? ¿Qué te genera que se diga que el deporte femenino «no vende»?

-Esa frase es completamente errónea y es dicha sin mucho sentido ni análisis. El deporte es el mismo, hay que generar visibilidad en ambas ramas y, obviamente, los logros también marcan un crecimiento, pero esa frase está mal dicha. Por suerte, está cambiando.

-¿Ves muchas compañeras tuyas que, así como vos, hicieron una carrera o estudiaron más allá de la actividad deportiva? ¿Por qué se da esto?

-Ser deportista de alto rendimiento, y encima estudiar no es fácil. Es difícil llevar adelante entrenamientos con doble turno, tener tiempo en el medio para estudiar, que las instituciones donde estudias te reconozcan los viajes que debes realizar. Como yo lo veo, enfocarse y poder hacerlo es muy importante. Justamente porque, en mi caso, hago un deporte amateur que no me va a permitir vivir de esto y siempre tuve en mente hacerlo. A todas mis compañeras, les digo lo mismo. Que se formen profesionalmente y estudien alguna carrera. En esto, también es clave el apoyo de las personas que nos acompañan junto a la mentalidad de los cuerpos técnicos de los equipos que formas parte.

-¿Qué tiene Ferro que te invita y te impulsa a que continúes? ¿Tenés el sueño de jugar en Europa?

-Es mi casa. Ya de por sí, ponerme la camiseta todos los fines de semana es una motivación bárbara. El deportista siempre quiere ser mejor e ir superándose, pero además cuando te pones una camiseta que representa tanto en tu vida te da muchas más ganas de hacerlo bien. Hoy no está en mi cabeza irme a jugar a Europa. Ya estoy en la etapa final de mi carrera como deportista y disfruto hacerlo donde lo hago. Nunca digo que las puertas están cerradas, pero no está dentro de cómo planifico las cosas.

-A vos te toca cumplir con un rol clave en el marketing de un club, un puesto que suele ser ocupado por hombres. En el deporte, lo mismo, sigue habiendo un orden patriarcal porque muchos segmentos permanecen arraigados a eso. ¿Cuesta pelear por la igualdad en ambos frentes? ¿Te sentís una referente?

-Todos seguimos formando parte de un circuito donde prima el machismo. Tanto en el deporte como en la parte laboral. Sin embargo, estoy agradecida del lugar que Ferro me dio desde que entré a trabajar. Me da espacio para proponer ideas y se tienen en cuenta mis opiniones. El club está siendo pionero en un montón de cuestiones vinculadas a la igualdad de género. Es un orgullo ser parte de este proceso de cambio que estamos atravesando.

-¿Qué opinión te merecen los medios de comunicación en la actualidad? ¿Qué son el handball y el márketing para vos?

-Es bastante amplio el tema de los medios. Algunos me atraen más que otros. Soy bastante consumidora de redes sociales y los contenidos bajo demanda (On Demand), no tanto así de la televisión en su forma más tradicional. En el último tiempo, hay muchas voces que ganaron lugar gracias a estos medios que son un poco más igualitarios.