Matías Conde: «Los datos sirven para traer de vuelta la discusión sobre el juego»

Por Matías Serra Blake y Lucas Pereyra Durán

Las estadísticas son un mundo en el que más personas se animaron a explorar con el paso de los años, pero que todavía genera ciertas dudas o rechazo en algunos sectores. La demanda, en especial de la juventud, cada vez es mas grande y se empezó a ver reflejada en los contenidos deportivos. En las redes sociales es un poco más habitual, mientras que en los medios de comunicación tradicionales hay que poner la lupa en espacios puntuales.

Quién mejor para identificarlo que Matías Conde, formado en antropología y en data science, con más de diez años de experiencia como analista. Actualmente se desarrolla en Stats Perform y en Big Data Sports, con un pasado en el área de procesamiento, análisis y visualización de datos de Supeliga Innova.

Una mirada desde adentro en cuanto al crecimiento de estas herramientas y desde afuera en relación a las reacciones que genera en el periodismo.

-¿Cuándo empezaste con todo lo relacionado a la estadística?

-En 2007, yo estudiaba antropología en la facultad y jugaba en el equipo de ahí. En antropología te enseñan algo que se llama ciencia de redes, que está basado en la matemática de teoría de grafos y es para estudiar las relaciones entre las distintas familias o instituciones. Son esos gráficos de nodos y puntos que se vinculan e hicimos un seminario sobre eso. Nos dijeron que hiciéramos un trabajo práctico y yo estaba con el arquero del equipo. Dijimos “vamos a hacer esto con los pases de los jugadores” pero nos lo rechazaron: que lo hiciéramos con algo en serio. Fuimos muy pesados y lo terminamos armando. Les gustó y lo publicaron en una revista de la Universidad de Barcelona, donde empezó una cadena de difusión. Nos llamó Adrián Paenza e hicimos algo para un programa llamado Científicos Industria Argentina. Nos hicieron una nota en un diario y ahí empezamos a mostrar eso que hacíamos y descubrir que, en ese momento, no entrabas a una página que estaban los datos sino que había que mirar el partido. Meter cada pase en un excel, hacer los cálculos y armar todo.

-Un hallazgo.

Descubrimos una industria que no era la que es ahora, pero existía. En su momento tuvimos charlas con algunas empresas o hacíamos cosas para clubes. Después, nos llevó Matías Manna, hoy en la Selección Argentina, que por entonces nos contactó con Facundo Sava porque era parte de su cuerpo técnico en Unión de Santa Fe, en San Martín San Juan, en la B nacional. Ya en 2011 hicimos algunos análisis para ellos pero nunca terminabamos de vivir de eso. Teníamos una oferta de una empresa deportiva pero nunca se terminaba de concretar y fue como un hobby durante diez años. Siempre tenía charlas con alguien que me decía “vamos a implementar esto”. Terminé conociendo a alguien que me dijo que la Superliga, allá por 2016/2017, iba a hacer un área de datos y que vieron todo lo que publiqué, que les interesaría que hubiera alguien para que manejara eso. Le dije que sí, pero sabiendo que si avanzaba el tema, yo tenía otro trabajo distinto. Siempre trabajé para la industria de los bancos, procesando datos. De esto empecé a vivir en 2017.

-¿Cómo ves el crecimiento de las estadísticas y la gran cantidad de variaciones que existen hoy?

-Me parece que de a poco nos fuimos acostumbrando a que eso exista y también que hay una demanda, sobre todo de la gente más joven que trabaja con esos datos. Pudimos mostrar que los datos no son solo los historiales y todo eso, sino que había como otro mundo y que ese tampoco era la posesión. También ese mundo era mucho más profundo y más detallado. Creo que hoy por hoy se empieza a valorar más.

-¿Es un campo ya aceptado?

-Todavía falta, pero se pueden armar esos informes como el de la liga y ellos lo publican porque hay una mayor demanda y un mayor entendimiento de que todo eso tiene valor. Creo que eso fue lo que cambió. Cuando empecé estaba una hora explicando lo que hacía y 15 minutos para mostrar el informe. Ahora es al revés: te muestro, te explico muy brevemente y ya después la mayoría de las cosas muchos las entienden. Ustedes -y yo también- se habrán criado jugando al FIFA que tiene un montón de datos, con SofaScore en el teléfono. Entonces, la situación es distinta. Se pueden empezar a presentar cosas más complicadas, más profundas, más detalladas y hay una devolución que antes costaba. Primero tenía que convencer y después hacerlo, ahora es simplemente partir desde ese segundo piso.

-¿Qué pensás de la gran cantidad de cuentas de Twitter dedicadas a las estadísticas que aparecieron en los últimos años y el cambio de foco de sus cuentas en la actualidad? ¿Cómo modificó esto la mirada del público sobre estas herramientas?

-Creo que fue importante que aparecieran esas cuentas como para darle difusión. Cuando era chico escuchaba música y he visto cuando una banda hacía un género y se volvía popular, cómo estaba el purista que te decía: “bueno, pero eso está mal”. A veces tengo esa sensación: al entender un poco del tema, se que hay cosas que hacen que están puestos en genérico y no tienen la profundidad que merecen, pero también era necesario que le dieran esa exposición porque sin ella no hay esta segunda discusión. Al principio, lo miraba medio de reojo y después entendí que era necesario que existiera esa mirada. Es una lástima que hayan dejado un poco de lado el análisis más duro.

-¿Y vos cómo trabajás?

-Nosotros hacemos Opta Javier. Editorialmente, no hablamos mal de nadie. Si vos ponés que a alguien le fue mal, tenes más rebote que si ponés que a alguien le fue bien. Es como un poquito más para nuestro lado o más de nicho. Igual, van a seguir apareciendo. También lo que pasó fue que se desmembraron algunas cuentas, hay muchas de clubes. El tema era que cuando aparecieron, a mí me escribían los scouters o los analistas de los equipos y me decían “bueno, pero explicá que no es así, ese no es nuestro trabajo y así no buscamos al reemplazante». Obviamente que no, pero es Twitter. No podés hacer cinco páginas o un video de 45 minutos sobre un jugador: es así. Después lo importante es entender que eso es como la puerta de entrada, que nadie elige un jugador solo por los datos.

-O sea que se trata de establecer un criterio.

-Me parece importante saber diferenciar cuando es un análisis general, apto para todo público, de los más puntuales que pueden usar los entrenadores o si querés hacer periodismo deportivo de datos, tenés que ir a otras cosas con más sostén y sobre todo no caer en cosas que son fácilmente rebatibles. Por ejemplo, el jugador con más pases siempre es el defensor central o el número 5. Entonces, si juega Lisandro Martínez en el Manchester United contra un equipo de mitad de tabla para abajo, probablemente sea el jugador con más pases y si es el que más hace es porque son cortos. Si hace pases cortos es el que más efectividad tiene. Si es el de más pases, es el de más intervenciones, entonces también es el de más toque de balón por partido. No está mal el ranking, pero es medio tautológico, es más por posición que por el partido que haya jugado. No se puede sacar de esos datos que la actuación haya sido buena o mala.

-¿Cómo creés que lo utilizan los medios de comunicación y los periodistas?

-Hay de todo, depende quién. Si vamos a la tele, lo que no me cierra es cuando en el entretiempo de los partidos va una placa y es siempre con los mismos datos y eso no siempre explica el partido. Entonces, es como si el periodista que hace el comentario dijera lo mismo, tratan de explicarlo por el bloque defensivo y siempre con el mismo recurso. En algunos partidos les va a funcionar, en otros no. Con los datos es lo mismo: si ponés el de la posesión, los remates y las faltas, a veces te va a servir y a veces no. Creo que ahí hay cosas para hacer, nosotros lo que habíamos sugerido, y en un momento lo implementaban, es una cajita que aparecía abajo a la derecha con datos cada 15 minutos. El dato cambia mucho. Entonces, creo que ahí todavía falta que metan más mano y que cambien los que se muestran de acá al final, en el entretiempo o durante el partido.

-Queda un camino por recorrer, entonces…

-Me parece que hay muchas cosas por mejorar. Después, en la gráfica hay periodistas que la están usando, sobre todo los que tienen esta mirada un poco más táctica. En la tele también veo que hay más argumentación y que no es solo el especialista en estadística, sino que ya está llegando a un nivel más general. El dato puede ser un gran fundamentador de comentarios o un gran disparador, no necesariamente tiene que ser la conclusión.

-En 2021, en una nota con El Equipo, te preguntaron acerca de cuál sería tu programa de TV utópico en cuanto a las estadísticas y vos respondiste: “Sería un programa postfecha, lleno de declaraciones luego de los partidos y con datos que avalen -o desechen- lo dicho por los protagonistas”. ¿Detectaste alguno que se asemeje a esa idea desde ese año hasta el día de hoy?

-No lo vi, en un momento hacían algo así en un programa de Fox: Tarde Redonda. Nosotros le mandábamos datos desde la Superliga y los usaban bien. En TNT estaba Todos Somos Técnicos y también usaban bastante bien los datos para hacer ese cruce. En Equipo F a veces también los usan porque la gente que trabajaba ahí, además de saber de análisis de vídeo que es lo que ellos más hacen, también sabe de datos. Yo lo que quiero es que hagan algo parecido a la apertura de Fútbol Prohibido, que mostraba lo que conversaban en la cancha, parte de declaraciones y que abajo te aparezca una placa para ver si tenían razón o no. Puede ser un poco violento, pero en la mayoría de los casos va a coincidir, porque si hay algo que hacen bien los entrenadores es ver los partidos, hay detalles pero en general lo que ellos dicen, sucede.

-¿Gustaría?

-Me parece que puede ser entretenido y sobre todo que el programa tiene que ser, por ejemplo, lo que pasa con que no se dan vuelta los partidos o que en Argentina estaban definiéndose en los últimos 15 minutos a diferencia del resto de las ligas. Me encantaría saber la opinión de un entrenador o de un periodista sobre por qué pasa eso. Desde los datos no te lo voy a explicar. Entonces, como punto de partida me parece que a veces los datos tienen más para ofrecer. Creo que es un error de este lado, caer y decir que en Argentina se pasa mal la pelota porque se presiona mucho. No estamos para sentenciar, estamos para abrir los debates. Creo que el programa ideal viene por ese lado, como partir de un dato para que se abra un debate o se haga un vídeo. Lo mismo con las notas, no ir a buscar la conclusión al dato sino ir a buscar algo que te de una línea para investigar.

-Al ser un mundo tan amplio, ¿hasta qué punto considerás que una persona está capacitada para utilizar Big Data?

-En un sentido estricto, no hay Big Data en el fútbol. Big Data hay en Telefónica, que todo el tiempo le estamos mandando información de qué hacemos con el teléfono. En el fútbol no hay tantos datos porque sobre todo lo que se calcula y lo que se trackea son los partidos. Estamos en el mundo de los eventos, pero estamos muy cerca de que el tracking de datos, que es el que te da la posición del jugador en cada momento del juego y de la pelota, esté listo para la Liga Argentina. Va a estar para el año que viene, eso genera unos 8 millones de datos por partido.

-¿Y eso es Biga Data?

-Tampoco eso es estrictamente Big Data. Te agarra un ingeniero de datos en serio y se muere de la risa de que vos le diga que en el fútbol hay Big Data. Después está la idea más coloquial del Big Data como cualquier cosa que es con datos. Hoy por hoy se le dice Big Data. Hay que escindir esas dos cosas en la charla más fina, para que si viene alguien y te plantea de entrada que hace Big Data en el fútbol, miralo de reojo porque está aprovechando la situación. En este sentido coloquial, yo creo que obviamente las cosas no se pueden explicar solamente por los datos y en general los analistas no es que trabajamos solos. Cuando empecé y hacía las cosas más por mi lado, los informes no tenían impacto. Para mí mejoraron mucho cuando arranqué a trabajar con un ayudante de campo, con un vídeo analista, con un periodista. El periodista hacía que se entendiera mejor y el ayudante de campo me sacaba todos los análisis de más debido a que no miran eso. Hay un montón de cosas que se van mejorando en el trabajo en conjunto y, en general, los clubes que tienen sus áreas de análisis o las empresas como en la que trabajo, tenemos gente más perfil analista, pero también hay muchos periodistas. Trabajamos en equipo y tratamos de que las cosas las usen. No tiene mucho sentido que yo haga un informe espectacular y que lo entienda otro analista. Los mejores informes son los que veo que los periodistas y los entrenadores usan. En realidad siempre estás en relación con otros, es un poco una construcción de una mirada que estaba no solo desactualizada, sino que es un poco injusta sobre el uso de datos, de esta situación fría y matemática de querer que el fútbol sea todo calculado. No, al contrario. Lo que se hace es tratar de que el análisis sea lo más útil para el debate futbolero porque es lo que en el fondo a todo el que está metido le gusta y le interesa.

-También está creciendo el interés por la táctica, ¿creés que puede ir de la mano con las estadísticas?

-Si, tal cual. Ahí tenés una llave importante para traer de vuelta la conversación para este lado. Me parece que todo puede convivir, pero sí estaría bueno que hubiera un giro y creo que un poco se le está dando al juego. El tema es que por otro lado la gente está mirando menos partidos completos, entonces ahí hay una cosa medio peligrosa. Hace poco Marcelo Gantman le hizo una entrevista a Debora Saldanha, quien maneja los datos de Atlético Mineiro. Ella contaba que los datos de los hinchas del Mineiro de la app decían que lo que más le gustaba era hacer pronósticos, o sea, apostar. Mirar highlights e influencers hablando del partido, pero eran muy pocos los que miraban los partidos completos. Hay que tener cuidado: así como los datos sirven para traer de vuelta la discusión sobre el juego y es a lo que tenemos que apuntar, ojo con el uso para no mirar los partidos y tratar de sacar conclusiones. Me parece que hay que buscar un equilibrio. Hay que ver cómo solucionarlo, quizás incorporando más cosas durante el partido y haciendo la transmisión de otra manera, logremos mantener más la atención ahí.