Por Florencia Pereira y Agostina Woloszyn
La tiradora argentina Fernanda Russo, quien va a participar de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, es una de las deportistas que escribió -y muy bien- un cuento en el flamante Pelota de Papel, que presenta 41 narraciones de destacadas figuras de distintas actividades, con introducción de Gabriela Sabatini y contratapa de Manu Ginóbili. A los 21 años, Russo ya sumó medallas en las dos últimas ediciones de los Juegos Panamericanos, ganó un premio Olimpia de Plata y brilla en una carrera que empezó a hacerse pública cuando tomó parte en los Juegos Olímpicos de la Juventud, en Nankin, China, en 2014. Capaz de superar mil desafíos, ahora realiza un aporte literario para una obra colectiva que da gusto leer.
-¿Cómo fue escribir un cuento?
-Fue una experiencia enriquecedora en muchos aspectos. Ya había empezado a escribir bastante antes de recibir la propuesta, pero nunca había probado ni escribiendo un cuento ni exponiéndome de esa manera porque la mayoría de esos escritos son y seguirán siendo privados. Me encantó porque me ayudó a mirar para adentro y a cerrar un ciclo conmigo.
-Al presentar el primer Pelota de papel hecho por futbolistas, Pablo Aimar, que escribió en ese volumen un cuento, dijo que el deporte es una canal de expresión y la literatura es un canal de expresión, por lo que es posible pensar que esos dos canales de expresión, a veces, se junten. ¿Sentiste que tu cuento se emparenta con esa mirada?
-Comparto totalmente con Pablo en este sentido. Son dos canales de expresión diferentes, pero yo soy una sola y mi manera de sentir y ver el mundo se refleja en todos mis ámbitos de desarrollo. De forma diferente, sí, pero se refleja al fin.
-¿Qué cosas de las que aprendiste y desarrollaste como deportista te ayudaron a escribir este cuento?
-Yo vengo del palo de un deporte muy introspectivo y en el camino del alto rendimiento aprendí la importancia de la resiliencia tanto como para mi versión deportiva como para mi versión humana. Encaré mi cuento por ese lado porque fue la enseñanza más grande, la que más me marcó hasta ahora.
-¿Hay prejuicios adentro y afuera del deporte sobre la posibilidad de que un o una deportista se manifieste a través de la escritura? ¿Se atenuaron esos prejuicios, si es que los hay, respectos de otros tiempos?
-Nunca sentí ningún tipo de prejuicios en este sentido. Desde mi punto de vista estamos pasando por una época donde la libertad de expresión se valora y donde las miradas de las individualidades también importan. Quizá los hubo en algún momento. Yo, personalmente, no los sufrí.
-¿Qué significación tiene la salida de un libro como este Pelota de papel en el que muchos y muchas deportistas construyan textos propios?
-Tiene mucho peso desde el aspecto en que ayuda a que quien esté fuera del ámbito del deporte y, sobre todo, del alto rendimiento, a entender un poco nuestra forma de sentir y concebir el mundo, sobre todo en un país tan exitista como el nuestro.
-Escribir, en muchas ocasiones, es un acto en el que influye lo que cada persona leyó. ¿Qué te gusta leer y cuánto gravitaron esas lecturas en tu escritura?
-En cuanto a gustos, soy bastante variada respecto a la lectura que elijo. Me gusta mucho la poesía, pero también la ciencia ficción. Seguramente influyeron mucho a la hora de escribir, pero fundamentalmente me basé en lo que sentía más que en los libros del momento.
-¿Te inspiraste en algún escritor que te gusta para escribir tu cuento?
-No.
-¿Solés leer en los tiempos en los que competís o eso te lo guardás para épocas de menos exigencia?
-Lo voy manejando, generalmente lo guardo para momentos de ocio.
